La migración frena una década de caída de población

Hilario L. Muñoz
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El padrón oficial sella la caída de habitantes de Puertollano, el sexto municipio de España que más pierde, y el aumento que tienen el resto de cabeceras de comarca

La migración frena una década de caída de población - Foto: Rueda Villaverde

La provincia de Ciudad Real logra romper una racha larga de diez años perdiendo población en cada actualización del padrón oficial. El dato es una cifra aprobada en Pleno y sirve para numerosas estadísticas oficiales, así como el pago de impuestos a los consistorios o, en caso de haber elecciones municipales, para determinar el número de concejales. Con las cifras en la mano, había 491.127 ciudadrealeños a 1 de enero de 2023, según el padrón publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística, 321 habitantes más que en 2022. Una subida de solo el 0,07 por ciento, pero que sirve para poner fin a una década de descenso, desde 2013; cuando la provincia tenía 524.962 habitantes. 

«Es una tendencia que ya había de antes y no es fruto de un pico circunstancial», señaló Francisco Ruiz, director del proyecto D2CR, que analiza el fenómeno del despoblamiento en la provincia financiado por la Diputación y la UCLM. El catedrático de Informática explicó que este cambio de perder población, a ganarla, se encuentra en los datos del censo, que publica ahora cada tres meses el Instituto Nacional de Estadística, donde «desde hace más de un año» se ve cómo ya no se pierde población. La clave se encuentra en la llegada de población inmigrante, que «ha vuelto con mucha fuerza a España», en concreto 700.000 personas venidas de otros países, ya que el crecimiento vegetativo, más nacimientos que muertes, sigue en negativo, «no tan negativo como con el COVID», pero resulta «muy difícil» de cambiar.

Una clave es que Ciudad Real se aprovecha de esa llegada de población, pero no lo hace tanto como otras provincias de la región. De hecho, Cuenca, que solía ser la provincia que más perdía, gana casi 2.000 habitantes, comparando el padrón del 1 de enero de 2022 y este del 1 de enero de 2023. Toledo es la provincia que más crece, con 15.000 habitantes más. «Estamos creciendo por la inmigración, pero estamos creciendo mucho menos que cualquier otra provincia de la región», indicó Ruiz.

En el detalle municipal hay dos claves del proceso. Por una parte, la situación de Puertollano, el sexto municipio de España que más población pierde en cifras absolutas, 412 habitantes menos en un año. Solo Cádiz, Fuenlabrada, Las Palmas de Gran Canaria, Linares y Coslada han perdido más población que la ciudad minera. Se trata de un fenómeno que «le está pasando a Puertollano y a todos los sitios con una estructura socioeconómica similar», indicó Ruiz, señalando el caso de Mieres o Avilés, que ocupan el puesto octavo y décimo en los municipios que más población pierden y que son localidades con «una industria tradicional» que afronta este periodo de cambio industrial. 

Lo mismo se puede decir para Almadén, que oficialmente baja de los 5.000 habitantes y se queda con 4.968 y, por lo tanto, si las elecciones municipales se hubieran celebrado este año, se habrían elegido once concejales en lugar de 13, por poner un ejemplo de lo que supone esta pérdida de almadenenses. 

En el lado de los municipios que aumentan se nota una concentración de habitantes en las cabeceras de comarca, algo de lo que viene hablando el proyecto D2CR. Por ejemplo, Ciudad Real capital gana 453 habitantes, hasta los 75.303; Alcázar de San Juan, 412, con 30.928; Valdepeñas, 340, con 30.928; y Tomelloso, 280 más, con 36.304. De los grandes municipios, además de Puertollano, pierden población Manzanares, Daimiel, La Solana y Campo de Criptana, uno de los que más se deja en este padrón, con 182 habitantes menos. 

Se mantiene el crecimiento en municipios como Pozuelo de Calatrava, con 80 habitantes más este año; Poblete, con 61, o Carrión, con 53. También destacan pequeñas poblaciones como Caracuel, que aumenta casi un 10 por ciento de población, con 12 ciudadanos más empadronados, o Villamayor de Calatrava, con un 5 por ciento más, 31 habitantes. En estos casos, el catedrático recordó la importancia de observar el tiempo transcurrido, un periodo de cinco años y en este caso se observa que en 2019 había la misma población que en estos momentos y estas fluctuaciones pueden deberse a aspectos administrativos del padrón del municipio.