"El plan depuración 100% establece que se necesitan 629 nuevas depuradoras, que son 600 millones de inversión". Estos datos acaba de presentar la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, que avisa de que "ni los ayuntamientos ni el Gobierno de Castilla-La Mancha tienen dinero suficiente para hacerlo". Es uno de los motivos por los que Castilla-La Mancha va a empezar a aplicar a partir del año que viene un canon que gravará el consumo del agua. Para 2025 se espera recaudar 15 millones de euros y desde la Junta recuerda que son "fondos finalistas" y que irán a mejorar las infraestructuras de agua. Gómez recuerda que además de depuración hay muchas pérdidas en las redes de abastecimiento y que el 25 por ciento de los recaudado "se devolverá" a los municipios para que puedan acometer esas inversiones.

Hoy en las Cortes se vota precisamente una modificación presentada por el PSOE de la Ley de Aguas en la parte que regula este canon del agua. La consejera, que quiso recalcar que todas las comunidades tienen un gravamen igual salvo Castilla y León, estima que el importe que tendrán que pagar los castellanomanchegos no será mucho. "Hay que tener en cuenta que con 150 litros por habitante y día que se ha establecido como recurso objetivo de abastecimiento a la población, la cuota del canon no llegaría ni a un café al mes", apuntó. Le suma que incluso aplicando el canon el precio del agua en Castilla-La Mancha seguirá estando muy por debajo de la media del país. Calcula que se quedará en 1,5 euros el metro cúbico cuando a nivel nacional está en 1,9. 

La modificación que hoy se debate en el pleno de las Cortes es clave para la Junta. "Esta simplificación que hoy se presenta en esta proposición de ley resulta fundamental para que el Gobierno de Castilla-La Mancha podamos aplicar a partir del 1 de enero de 2025 este canon medioambiental", explica. De hecho, ha contado que el Gobierno ya está preparando el reglamento que lo desarrollará.