Los repartidores de Glovo afirman desconocer en qué condiciones o de qué manera serán contratados por la empresa, que este lunes anunció un nuevo modelo en España que permitirá operar con repartidores con contrato en vez de trabajadores autónomos. El anuncio de la empresa les ha llegado a los empleados a través de la aplicación en la que se encuentran registrados, avanzando que el modelo se implantará «en todas las ciudades» en las que está presente y señalando que tardará aún varias semanas.
Con un comunicado tan escueto y en el que no se habla del tipo de contrato, horario o sueldo, los trabajadores de la capital explican que están esperando a saber más antes de decidir si se acogerán o no a ese nuevo modelo anunciado por la empresa. «No nos han dado más información y estamos a la expectativa de cuál va a ser los parámetros que nos corresponden», indicaron los repartidores, que suelen reunirse al mediodía en una plaza de la capital. En este sentido apuntan que nadie ha venido a hablar con ellos antes de ese correo, por lo que la información de la que disponen es la misma que cualquier otra persona.
Entre sus temores se encuentra que haya una merma económica. «La producción no va a ser la misma» y recuerdan que en el mundo de los riders, como se conoce a los que trabajan para las empresas de envío de comida, hay quienes ganan más y quienes ganan menos. «La aplicación tiene que cambiar, porque vamos a ser contratados y ya no puede haber un cobro por envío, será un sueldo mensual». Eso sí, indican que los salarios que cobran se sitúan en torno a los 400 o 500 euros, a pesar de las horas que tienen que echar al día.
Igualmente, temen que haya despidos, sobre todo, porque en las últimas semanas ha habido un incremento de personas que se han inscrito en la aplicación y no saben si habrá un reparto por horarios o cuántos trabajadores serán necesarios en Ciudad Real. En este sentido, por ejemplo, señalan que un martes es más flojo, pero «los fines de semana estamos aquí más de 20 repartidores», como una muestra de la cantidad de empleo que hay tras una publicación como Glovo en la capital.
«Hay que esperar a ver qué es lo que van a ofrecer», indican los trabajadores, que recuerdan que, más allá de los miedos, un contrato supone horarios, bajas y dejar de pasar horas al raso, esperando que entre un pedido para moverse y llevarlo a un domicilio.
El cambio de Glovo supondrá la realización de contrataciones en 900 ciudades donde se encuentra la app, y la intención es que las condiciones se mantengan para los restaurantes que la utilizan. El objetivo de Glovo es abrir una mesa de diálogo con los agentes sociales para dotar de todas las garantías al proceso y asegurar que el cambio de operativa se desarrolle con consenso.