Erotismo y seducción en la Mostra de Venecia

Agencias
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Nicole Kidman y Antonio Banderas emprenden la liberación sexual del certamen con 'Babygirl', un 'thriller' de deseos y fantasías prohibidas que busca dar caza al León de Oro

De izquierda a derecha, los actores Harris Dickinson, Nicole Kidman, Sophie Wilde y Antonio Banderas. - Foto: EFE

Todo el mundo esconde fantasías o anhelos sexuales que marcan su personalidad. Por eso, el tercer día del Festival de Venecia amaneció ayer con los gemidos de una pareja haciendo el amor. Eran Nicole Kidman y Antonio Banderas en Babygirl, una de las muchas historias eróticas que estrena este año la Mostra para explorar desde el cine la esfera más íntima de la humanidad y con la que la directora Halina Reijn busca dar caza al León de Oro.

«Este filme habla de deseo, de pensamientos culpables, secretos, matrimonio, verdad, poder, consentimiento. Es una historia sobre una mujer y muy liberadora», celebró en la rueda de prensa Kidman, que regresa a un certamen en el que debutó con Eyes Wide Shut (1999).

Babygirl, tercera colaboración con la productora A24 de la cineasta neerlandesa, es un thriller erótico sobre la relación de sexo entre una poderosa y exitosa empresaria y su becario. De cara a la galería, la directiva mantiene una vida cuadriculada, pero en su interior alberga deseos de dominación. Y darles rienda suelta pondrá en peligro su carrera y la relación con su marido.

«Todos tenemos distintos aspectos interiores y una bestia dentro», explicó la realizadora en el estreno. Al final, la clave «es que uno puede amarse a sí mismo en todas sus caras», es «un canto al amor propio y a la liberación», sin juzgar los motivos que empujan a sus personajes.

La cinta también evoca las formas de la masculinidad y su relación con el sexo, planeando sobre conceptos como el poder, la satisfacción o las sensibilidades. Banderas, por ejemplo, interpreta a un aclamado director teatral cuya vida familiar cree controlar, aunque en realidad ignora por completo los anhelos de su esposa.

La directora decidió apostar por el español no solo por ser un «ídolo y una leyenda» sino por ser un hombre «muy atractivo» que da vida a otro en plena crisis existencial. «Somos prisioneros de nuestros instintos», defendió Banderas, tras asegurar que en el cine lo «políticamente correcto» puede provocar «autocensura». «Solía venir a estos festivales con películas que ahora mismo no se podrían hacer, que recibirían muchas críticas porque entrarían en el terreno de lo políticamente incorrecto (...) Por eso, cuando leí el guion pensé: ¡Alguien que piensa diferente!», afirmó el actor.

Babygirl llega a Venecia un día después de la presentación de la serie Disclaimer -de Alfonso Cuarón y con Cate Blanchett como protagonista-, que contiene también escenas de sexo, aunque mucho más pudorosas. Sin embargo, esto no ha hecho más que empezar y, hasta que acabe el festival, el próximo 7 de septiembre, se estrenarán varias obras sobre esta misma temática.

Una de las que genera más expectación es Queer, de Luca Guadagnino, su película «más personal». Se diría que este año, más que Muerte en Venecia, el público presenciará Sexo en Venecia.