La delegada de la Junta de Comunidades en la provincia de Ciudad Real, Blanca Fernández, afirmó que la manipulación y difusión de fotografías de falsos desnudos mediante Inteligencia Artificial (IA) es «violencia muy grave», puesto que se ha producido «en edades muy tempranas» y las víctimas «pueden quedar gravemente marcadas psicológicamente».
Fernández, a preguntas de los periodistas antes de la inauguración de las jornadas 'Castilla-La Mancha, el orgullo que nos une', se refirió así al caso denunciado en el Instituto de Enseñanza Secundaria Berenguela de Castilla, de Bolaños de Calatrava, donde se dio la voz de alarma, en diciembre del año pasado, tras la difusión de imágenes falsas de nueve alumnas en las que se veía su cuerpo desnudo. La Fiscalía acusa a tres menores por estos hechos. La delegada aseguró que, por fortuna, no tienen constancia de más casos en otros centros educativos, al tiempo que expresó su preocupación por el «efecto contagio» que puede tener.
Blanca Fernández informó de casos de distribución de fotografías de chicas sin su conocimiento en otros centros de Secundaria años atrás, pero insistió en que es la primera vez que ocurren unos hechos de este tipo con Inteligencia Artificial. «Tenemos que saber que la IA bien aplicada, igual que las redes sociales, es una puerta al mundo, pero no se puede utilizar para humillar a nadie». En este sentido, la delegada de la Junta hizo un llamamiento a jóvenes y mayores para un uso «responsable» de estas herramientas, y también a las familias para que ejerzan un mayor control sobre el uso que hacen los menores de la IA y las redes sociales.
Denuncia. Tal y como avanzó este diario, la Fiscalía acusa a tres menores de edad por manipular y difundir fotografías de falsos desnudos de otras compañeras, también menores, mediante Inteligencia Artificial (IA). Los menores , estudiantes del IES Berenguela de Castilla, consiguieron imágenes reales de sus compañeras a través de las redes sociales y después las modificaron con Inteligencia Artificial para 'desnudar' a las víctimas, todas de 16 años, a excepción de una de 13. Las imágenes de las menores sin ropa se difundieron en dos grupos de WhatsApp. Los padres de las niñas denunciaron los hechos en el puesto de la Comandancia de Bolaños. Fue el inicio de la investigación.
De la información obtenida por los agentes se pudo determinar la presunta autoría de ocho menores, de los que la Fiscalía ejerce la acusación sobre tres por un delito contra la integridad moral. Los otros cinco «fueron excluidos por no haber soporte gráfico», informaron a este diario fuentes del ministerio público. Al parecer, y según el padre de una de las víctimas, «los profesores aconsejaron borrar el material». Eso, lamentó el progenitor, ha provocado que se haya decretado el sobreseimiento en ocho de los nueve casos. Entre ellos, el de su hija, que desde que ocurrieron los hechos «está en tratamiento psicológico y sufre ataques de ansiedad».