El Ayuntamiento tiene «un plan» para luchar contra la proliferación de pintadas en fachadas y mobiliario urbano. Después de haber limpiado un total de 2.150 metros cuadrados de superficie el año pasado (1.875 metros cuadrados en fachadas y 275 en mobiliario), su intención es la de reforzar sus recursos para elevar estas cifras al menos un 10%. Así lo ha adelantado a La Tribuna el concejal de Servicios a la Ciudad, Gregorio Oraá, quien reconoce que la presencia de grafitis tanto en edificios municipales como particulares, en mobiliario urbano e incluso en colegios, iglesias y monumentos, es un serio problema para Ciudad Real, aunque al mismo nivel que en otros núcleos de población similares.
Según los datos facilitados por el edil, esta campaña especial de limpieza pretende incrementar en 1.100 metros cuadrados la superficie tratada en fachadas y en 150 en mobiliario. Además, se pretende firmar un convenio con el Colegio Oficial de Administradores de Fincas para poder actuar en superficies de titularidad particular, y renovar un acuerdo con Unión Fenosa para que sus casetas presenten un buen aspecto.
«Las pintadas es un problema en esta ciudad, pero igual de grave que en otras», apunta Oraá, que pedía la «colaboración ciudadana» para luchar contra esta conducta, que obliga a reforzar un servicio «muy caro» para la ciudad:70 euros el metro cuadrado limpiado, y una jornada de un operario por cada tres metros.