Tras ser suspendido hace tres semanas por la indisposición del abogado de la defensa, la Audiencia Provincial de Ciudad Real juzgaba este lunes, en una larga sesión de más de cinco horas de duración y a puerta cerrada, a un hombre de Tomelloso acusado de haber agredido sexualmente hasta en diez ocasiones a un menor, durante el verano de 2022. El acusado, de iniciales A. R. C. y de 51 años de edad, se enfrenta a una petición de 12 años de cárcel por parte de la Fiscalía, y 16 años por parte de la acusación particular, que sostiene que además del propio delito, éste debe responder también por daños morales y psicológicos causados a la presunta víctima, un niño de 12 años de una familia conocida. Por ello, solicita también una indemnización de 80.000 euros, mientras que el ministerio público deja esa cantidad en 15.000 euros.
Según los escritos de las acusaciones, A. R. C. habría agredido sexualmente al menor, aprovechando que se lo llevaba a unas parcelas agrarias de su propiedad para ayudarle con las labores, a cambio de una pequeña retribución económica. El investigado, en el verano de 2022, empezó a llevarse consigo a este menor, del que conocía su edad al pertenecer a una familia de su entorno cercano. «Con ánimo libidinoso o propósito de obtener una satisfacción sexual», le bajó los pantalones y calzoncillos, le realizó tocamientos en el pene, se masturbó en su presencia y le penetró analmente, tras aplicarle crema en el ano, según el escrito del ministerio público. Lo habría hecho hasta en una decena de ocasiones, las tres primeras en una caseta de campo de la parcela, limitándose a desnudarlo y a los tocamientos, y las siete restantes en otra caseta diferente de la misma parcela, ya procediendo a la penetración y a la posterior eyaculación.
En respuestas solo a preguntas de su representación legal, el acusado negaba haber abusado del menor, admitiendo solo que le facilitó crema para que él mismo se la aplicara en el ano, pero por un motivo meramente terapéutico.
Sin embargo, según explicaba a este periódico el abogado que representa al menor y a su familia, Benjamín de Sebastián, los informes tanto del equipo psicosocial como de los forenses son compatibles con una agresión sexual con penetración, dando verosimilitud a la versión de las acusaciones.
La declaración del menor se realizaba como prueba preconstituida (grabada con anterioridad), para evitar someterle a una situación de estrés emocional en la sala de vistas y a preguntas de todas las partes. «Tanto él como su familia lo están pasando muy mal. Es una familia normal, trabajadora», explicaba De Sebastián, quien también relataba que el menor, desde aquellos episodios, ha tenido «problemas de estudios y de comportamiento».
La defensa pide la libre absolución de su cliente y, de manera subsidiaria, que se le aplique las atenuantes de no haber consumado la agresión sexual y de haber reparado los daños morales, abonando ya los 15.000 euros que solicita la Fiscalía como daños morales. A. R. C. se encuentra en prisión provisional desde el 16 de agosto de 2022.