La fiesta de las posadas da otro empujón a obra del convento

La Tribuna
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Tras poco más de un mes desde que llegaron los albañiles, ya está descubierta la falsa cúpula y el tejado del templo.

La fiesta de las posadas da otro empujón a obra del convento

La Luz de Belén volvió a lucir en torno a la parroquia de San Juan Bautista de la Concepción. Por segundo año consecutivo se celebró la fiesta de las posadas, aunque esta vez lejos del convento trinitario, sumido en la ambiciosa obra del nuevo cimborrio, y tuvo que trasladarse a la iglesia filial de Santa María, que ocupa el papel del templo parroquial mientras duren los trabajos.

"Ha sido todo un poquito más sencillo, pero los niños de Primera Comunión han participado", ha declarado a Radio Horizonte el párroco, Óscar Casas. Esta vez no hubo burro, pero sí luz de Belén, con la Virgen María y San José, y se rompió la piñata, como manda la tradición. La actividad comenzó a las 5 de la tarde con una visita a la Residencia 'Virgen de Peñarroya', a fin de visitar a los ancianos y felicitarles la Navidad. "Hemos ido a llevarles alegría de los niños y un mensaje de esperanza".

En cualquier caso, uno de los objetivos de la actividad era recaudar fondos para ayudar a financiar la obra del convento. "Ha sido un fin de semana donde la gente ha colaborado en el mercadillo elaborando regalos de Navidad o dulces; incluso una catequista ha hecho las luces de Belén", decía Casas. A la pregunta de cómo marchan las obras en la parroquia, se mostraba prudente: "Vamos dando pasos, despacito y con buena letra". "Contando con que llevamos un mes, le pondremos un 7 de nota". Admite que podría ir mejor, pero es consciente de uno empieza con unas expectativas y la realidad es otra cuando se sumerge en un proyecto de esta naturaleza. "Pero no nos podemos quejar", añadía.

Tras poco más de un mes desde que llegaron los albañiles, ya está descubierta la falsa cúpula y el tejado del templo. Es decir, el convento está ahora mismo a cielo abierto. Ahora toca esperar a elevar el cimborrio y cubrir el convento. Óscar Casas declaró antes de comenzar la obra que su ilusión era celebrar la Semana Santa en la remozada parroquia, aunque prefiere no asegurar nada todavía. "Me gustaría que estuviera para Semana Santa, pero lo dirá el tiempo porque van surgiendo cosas que van retrasando la obra". "Confiamos en que sí porque todavía hay margen, pero no podemos asegurar nada".