«Siempre pensamos que esto del mercado es un libre albedrío, pero no es así, hay un control». Con esta frase explica el director general de Consumo y Agenda 2030 de la Junta de Comunidades, Ramón Lara, el trabajo que se desarrolla en esta materia y que, sólo de enero a junio de este año, se ha saldado con un total de 2.177 inspecciones en la provincia de Ciudad Real.
Explicó que 310 de ellas se corresponden con campañas que se programan, desde las de carácter nacional hasta las regionales o las que se llevan a cabo en colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En este caso, destacó las 122 inspecciones hechas ya en estaciones de servicio, una campaña que se incluyó en el Plan de Consumo de 2023 y que tiene como finalidad mejorar aspectos como la señalización, los aseos o, por ejemplo, que los conductores sepan desde la carretera si son atendidas o desatendidas o si los surtidores están al alcance de personas en silla de ruedas. En este caso, se han realizado 122 inspecciones de un total de 470 en la región. También entre las campañas programadas, y que se publican en el Plan de Consumo, se encuentran las realizadas en establecimientos de nueva apertura, 60 en la provincia. Además, se llevan a cabo campañas para garantizar el correcto etiquetado de productos alimentarios, sobre todo de los que son referentes en la región.
El grueso de las inspecciones, sin embargo, se desarrollan bajo el paraguas de la Red de Alertas, un sistema europeo que permite que en cuanto se detecta un posible fallo o incidencia en un producto en cualquiera de los 27 países de la Unión, se inspecciona para determinar si cumple o no las condiciones de seguridad. Hasta junio, en la provincia se han realizado 1.867 inspecciones promovidas por esta red, del total de 48.692 en el conjunto de la región.
En este caso «gana por goleada» la inspección de juguetes, con 656 de las 2.177 realizadas, el 35% del total de la provincia. Lara puso como ejemplo el de una pistola de agua, ahora en verano, que en algún caso cuenta con un enganche que podría llevarse a la boca un menor, lo hace que se comunique y se active la alerta para revisar ese juguete.
No obstante, el director general de Consumo y Agenda 2030 explicó que en muy pocos casos las inspecciones acaban en multas. En este sentido, detalló que en todo 2022 se desarrollaron en la región 154.000 inspecciones y sólo en 2.121 se detectó una infracción. En este caso, se suele proceder a la retirada de los productos que se consideran que no son seguros o se concede un plazo, de unos tres meses, para solventar las irregularidades, como cuanto se trata de irregularidades en el etiquetado.
«Se trata de una labor preventiva y el que haya solo un 1,9% de infracciones habla muy bien de la tradición que desde 1982 en España y en Castilla-La Mancha de toda esta actividad inspectora de control de mercado», dijo, subrayando que en los comercios «no lo están haciendo mal, todo lo contrario, y facilitan mucho la labor».
Tras los juguetes, el mayor número de inspecciones de la Red de Alerta se generó en artículos de joyería, bisutería y relojería (317 en la provincia), seguido de las que se llevan a cabo en material audiovisual digital, electrónica o fotografía (143).
Las campañas de inspección no sólo se llevan a cabo en las tiendas físicas, sino que también «vigilamos en internet», dijo sobre el comercio electrónico.