"Habrá carestía de médicos"

Manuel Espadas
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Alfonso Espinosa, gerente de QuirónSalud

"Habrá carestía de médicos" - Foto: Rueda Villaverde

Nació hace 41 años en Jaén, pero enseguida se vino a vivir a Puertollano. Su padre, dedicado a la minería, hacía las maletas junto a toda la familia y se trasladaban a una provincia de la que hundían sus raíces. Alfonso Espinosa Ruiz se licenció en Medicina y desde 2014 estuvo compatibilizando su labor profesional en el Hospital de Ciudad Real y en Quirónsalud. En 2019 asumía la dirección médica en este centro privado, para el que empezaba a trabajar en exclusividad, y desde este mes de julio ejerce ya como nuevo gerente, tras la jubilación de Antonio Izquierdo. Especialista en traumatología y cirugía ortopédica, de su gestión dependen ahora tanto el hospital de la capital como el de Alcázar de San Juan, así como el centro que Quirónsalud también posee en Puertollano. 

¿Cómo están siendo estos primeros días como nuevo gerente del Hospital Quirónsalud Ciudad Real?

Estoy aterrizando, aunque es verdad que sí que llevamos un tiempo pensando en la transición y hemos ido poco a poco elaborando planes para los próximos meses. Desde la responsabilidad de la dirección médica conocía perfectamente el hospital, el funcionamiento, las virtudes y las necesidades. Además, Antonio Izquierdo ha ido delegando progresivamente en los últimos años para que también pudiera tener más conocimiento.

¿Cómo es este hospital en cifras? ¿Cuántos profesionales trabajan en él y a cuántos pacientes se asiste al año?

Tenemos contrato mercantil con unos 120 médicos y enfermeros, a los que se suman unos 160 trabajadores laborales. En cuanto a la asistencia, en 2023 contabilizamos 130.000 consultas, 26.000 urgencias atendidas, se practicaron 5.400 cirugías y se registraron 4.300 estancias.

Muchas de esas cirugías y muchas de esas consultas las realizó usted. ¿Es compatible la gerencia con seguir cogiendo la bata y el bisturí?

"Habrá carestía de médicos" - Foto: Rueda VillaverdeNo lo es. Los años que he estado en la dirección médica sí que lo he compatibilizado, pero con dificultad, pero ahora, al asumir las dos cosas, la gerencia y la dirección médica, ya no hay tiempo material. Es imposible. En mi decisión ha sido el principal inconveniente, porque al final toda mi formación y todos los años de experiencia profesional las he centrado en la medicina, y ahora tengo que dar el salto a la gestión únicamente.

 

Pero habría más pros que contras en esta decisión porque finalmente aceptó asumir la gerencia...

Era una oportunidad que no podía dejar escapar. El periodo de pandemia nos hizo involucrarnos mucho con el hospital. Tuvimos que hacer labores de muy diversos tipos, sobre todo labores de gestión, para poder suministrar al hospital material, habilitar camas y gestionar muchas cosas que no habíamos aprendido y no sabíamos cómo hacerlas. Y desde entonces, es verdad que el tema de la gestión me ha atraído mucho. Al final, es lo que hacemos habitualmente en medicina, desde diagnosticar a tratar, llevándolo al campo de la gestión, saber cuáles son los problemas y tomar medidas para intentar solucionarlos, y es muy satisfactorio y muy gratificante.

El principal eje estratégico del grupo es la salud. Entonces, todas las medidas miran hacia ahí, intentando optimizar al máximo la salud de nuestros pacientes. Y aunque a nivel de la gestión lo vemos todo desde arriba, a nivel más global, el objetivo es que todo llegue al propio paciente y que el paciente lo perciba. Lo bueno de ser asistencial, como en mi caso, es que he estado muy en contacto con los pacientes y sé cuáles son sus necesidades. Tener esa experiencia creo que te da otro enfoque, otro punto de vista para poder tomar decisiones.

Gerente de Quirónsalud Ciudad Real, ¿hasta cuándo?

Tengo un contrato indefinido, pero dependemos de una dirección territorial y también en función de los objetivos. Yo me he planteado un proyecto de al menos 4 o 5 años, para definir algún objetivo más a medio o corto plazo. Estamos inmersos en un proceso de transformación, tanto asistencial como digital, y creo que van a ser clave esos próximos 4 o 5 años.

 

¿Cuáles van a ser sus primeras decisiones como nuevo gerente?

Estamos inmersos en un proceso que yo creo que va a afectar a toda la sanidad en global. Un proceso de transformación asistencial porque en los próximos años va a haber mucha jubilación de profesionales de medicina y va a haber una carestía de médicos, que se sumará a los problemas que tenemos para la contratación de profesionales de enfermería. Nos va a dar un escenario en el que vamos a tener que incluir, como estamos haciendo ya, las nuevas tecnologías y las consultas digitales para poder hacer que el paciente tenga una mayor accesibilidad. Estamos abocados a un plano en el que tenemos que reinventar un poco cómo nos relacionamos con los pacientes. Hasta ahora ha sido un formato muy rígido en el que el paciente tenía que acudir siempre al hospital para hacer cualquier tipo de consulta o valoración, pero ese modelo está caduco.

Hemos comprobado que hay un porcentaje muy alto de atenciones que realizamos a los pacientes que no tienen ningún valor, ni para ellos ni para el hospital. Y el objetivo es hacer que la medicina sea muy accesible para que el paciente pueda venir pronto cuando tenga algún problema, pero también que venga cuando sea necesario y que lo perciba como una asistencia efectiva.

¿Le preocupa esa carestía de profesionales médicos?

Es un proceso circunstancial, pero nos toca vivir este periodo y tenemos que inventarnos estrategias para poder sacar adelante toda la asistencia. Tenemos que centrarnos mucho en que el médico haga de médico, facilitarle el trabajo, hacer que el 100% de su tiempo sea necesario, sea efectivo y que eso lo perciba el paciente. Queremos eliminar todo el tiempo administrativo, todo lo que no sea puramente medicina.

Esa transformación de la que habla llevará un tiempo. ¿Manejan plazos temporales?

El tiempo lo marcan las líneas estratégicas del grupo, que es lo bueno de trabajar en hospitales que pertenecen a la primera compañía de la sanidad privada. Ya llevamos unos 18 meses dentro de esta transformación asistencial, pero queda todavía mucho camino por recorrer. Al final es un reto que es apasionante, que va a tener muchas dificultades, pero que también nos estimula y nos ilusiona por poder establecer una serie de medidas para llevarlo a cabo.

 

Al pertenecer a un grupo de las dimensiones de Quirónsalud, ¿hasta dónde llega la libertad de decisión de un gerente?

Las líneas estratégicas son muy claras, las conocemos todos, pero luego ya cada hospital tiene sus particularidades. Por ejemplo, en provincias como Ciudad Real tenemos un problema que es la accesibilidad. Es una provincia muy extensa, con desplazamientos muy largos de los pacientes para poder venir al hospital. Promover la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad, eso es uno de los objetivos claros. Además, esto es un hospital pequeño, con nuestras limitaciones, pero eso también resulta positivo porque el paciente nos percibe como algo muy accesible y no como una estructura grande y jerárquica.

¿Se percibirá también un cambio físico de modelo asistencial al entrar en el edificio?

Queremos modificar todo lo que es la entrada del paciente al hospital, lo que ahora llamamos admisión. Seguramente tengamos que cambiarlo de nombre y porque queremos hacerlo de una manera más amable. No queremos ver colas de gente esperando para hacer un trámite administrativo, sino que esos trámites se agilicen. Ahora ya hay kioscos que se encargan de hacer esa autoadmisión, pero en todo aquel proceso en el que el paciente necesite comunicarse con nosotros, no queremos que lo haga delante de un mostrador esperando una cola, sino que sea algo más amable. Entendemos que el paciente cuando viene aquí es porque tiene un problema de salud y que quizá necesite una transmisión de información más cercana y con alguien que pueda dedicarle tiempo y no simplemente una gestión administrativa. Eso lo haremos tanto en la admisión principal como en urgencias, en consultas externas y en todas las puertas de entrada del hospital.

Recientemente, el hospital ha incorporado una nueva unidad de cardiología intervencionista y arritmias, y ha instaurado el programa de cribado de cáncer de colon.

La nueva sala de hemodinámica la inauguramos en mayo. Había un porcentaje ya relativamente alto de pacientes que ingresaban con sospecha de alguna cardiopatía y teníamos que derivarlos a otros centros que, generalmente, estaban en Madrid, pero ahora esto ya no sucede, después de una inversión muy importante, con varias innovaciones tecnológicas.

En cuanto al cribado del cáncer de colon, es un programa que ya está instalado en otros sistemas de salud, como la sanidad pública, y lo que queremos es hacerlo más visible, como medicina que promueva más la salud y la prevención de la enfermedad antes que ir ya a tratar patologías.

¿De qué tipo de servicio se siente especialmente orgulloso Quirónsalud Ciudad Real?

Somos líderes en muchos campos, pero creo que lo que nos diferencia y de lo que podemos sentirnos muy orgullosos es de los médicos que trabajan en el hospital, de tener los mejores profesionales de la provincia trabajando con nosotros. El paciente puede sentir que está tratado por las mejores manos. Por ello, tenemos que intentar atraer a los mejores profesionales. ¿Cómo? Pues con esa transformación que va a llevar a cabo el hospital, que también atraiga a gente que quiera ayudarnos a seguir creciendo. 

¿Tratan ustedes a muchos pacientes derivados de otros sistemas de salud?

Históricamente, nos han derivado pacientes de todo tipo, para hacerse pruebas diagnósticas, pruebas de imagen, resonancias magnéticas, ecografías, etc., o incluso para procedimientos quirúrgicos. Al final lo que se trata es de que el paciente perciba que el tratamiento es igual. Nosotros vemos pacientes de compañías aseguradoras, de servicios públicos o pacientes puramente privados. Se trata de homogeneizarlo, es decir, desarrollar una marca, una firma, que el paciente sepa que entra en Quirónsalud y que siempre va a estar tratado de la misma manera. También es una manera de que ellos conozcan nuestros servicios para que en el futuro, si ellos lo consideran, puedan también elegirnos.

¿Por qué debería una persona, con la sanidad pública y gratuita garantizada, pagar por ser paciente de Quirónsalud? 

Creo que es una decisión personal. Yo más que diferenciar sanidad pública o sanidad privada, lo que diferenciaría son los servicios a los que puede acceder un paciente. Nosotros podemos ofrecerle una cartera de salud con una alta calidad y un alto nivel de exigencia, y un hospital de garantías que trabaja dentro de un grupo de más de 50 hospitales.

¿Qué grado de satisfacción percibe en sus pacientes?

Creo que, en términos globales, es positivo. La opinión ha ido incrementándose favorablemente en los últimos años, pero creo que hay aspectos en los que hay que trabajar mucho, como la accesibilidad. El paciente quiere ser asistido, no quiere esperar largos tiempos. Queremos hacerles partícipes en ese proceso de digitalización en el que estamos inmersos. Será un periodo que va a tener muchas dificultades, pero que es apasionante. Quizás sea el principal reto que vamos a vivir.