El sistema eléctrico, medidas de ahorro y cómo mejorar la eficiencia al usar los electrodomésticos son algunas de las claves de los talleres que José Luis Barroso lleva impartiendo desde hace seis años en Cruz Roja Ciudad Real. Barroso es voluntario de Naturgy y colabora con la ONG en esta actividad en la que participan decenas de personas cada año. Una parte clave de sus talleres es dar a conocer sus derechos, como el bono social, pero también trabajar en el desconocimiento que existe en el mercado energético, cuando preguntas a una familia si está en la tarifa regulada, que permite acogerse a estas ayudas, o en el mercado regulado.
«Hacemos un taller lo más pedagógico posible», explicó Barroso, quien dijo que de inicio se habla «del sector energético» para luego abordar aspectos como el bono social, explicando «qué requisitos piden, cómo se solicita, qué vericuetos tiene y le hacemos la gestión, por supuesto, a los abonados, sean o no de nuestra compañía».
Barroso recordó la importancia de ambos aspectos porque «muchos abonados desconocen si están siendo facturados por el régimen de mercado regulado o por el régimen de mercado libre» y esta cuestión es la que da pie a saber si se puede solicitar o no el bono social. «Si yo quiero pedirlo, lo primero que tendré que hacer es comprobar que estoy en el mercado regulado, que es el que acepta el bono social y si no lo estoy, cambiarme, que eso se hace con una llamada de teléfono».
La tercera parte de estos talleres es a la que más tiempo dedica y tiene que ver con «la eficiencia energética y hábitos recomendables para tener un consumo energético adecuado a cualquier bolsillo». En este sentido, señaló que hay aspectos claves como qué electrodomésticos consumen más, qué regímenes de facturaciones son más adecuados para ese perfil de usuario. Además, se abordan aspectos como consejos de eficiencia y se profundiza «en casos concretos». De hecho, Barroso indicó la importancia de esa parte final, casi personal, de la eficiencia, porque permite conocer «problemas de la vida diaria» que luego permite mejorar la atención en la empresa y en Cruz Roja.
Para el ahorro indicó la importancia de sectorizar los hogares, «Analizamos el punto caliente», el de mayor consumo, que «generalmente es el sistema de calefacción», y se plantea «cómo optimizar su funcionamiento, cómo funcionan los termostatos, cuáles son las horas más adecuadas». Luego se aborda la iluminación, la cocina, los electrodomésticos o aspectos como «el interruptor de control de potencia» y por qué salta. «Desterramos muchos bulos», dijo.
Una clave para estos días de invierno, indicó el voluntario, está en el grado de confort, ya que «con 21 grados en invierno hay una temperatura de confort», no hace falta subir más el termostato. «Igualmente, en verano, lo suyo es que esté en el entorno de los 22, que también representa un grado de confort para el cuerpo humano».