Ciudad Real es la única provincia de Castilla-La Mancha donde los permisos para construir nuevas viviendas se frenan en 2024. Si en Albacete la concesión de visados se ha disparado por encima del 200% en el primer trimestre del año, en Toledo ronda el 50% y en Cuenca y Guadalajara crece también por encima del 25%, en Ciudad Real los formularios que los aparejadores o arquitectos técnicos deben cumplimentar en los colegios profesionales antes de empezar una obra, en este caso, de una vivienda nueva, no cambian entre 2023 y 2024. El año pasado se visaron 168 proyectos. Este año, los mismos.
El sector inmobiliario no termina de arrancar este ejercicio en un contexto en el que Ciudad Real aún aparece entre los territorios de toda España donde más stock de vivienda a estrenar hay. Según apuntaba el Ministerio, entonces de Transportes, el año pasado, más de 10.500 viviendas terminadas esperaban comprador tras los años de bonanza del sector. Solo hay cinco provincias con más stock de vivienda sin vender tras el 'empacho' de los primeros años del siglo. En 2006, por ejemplo, se dio luz verde a la construcción de más de 3.200 viviendas entre enero, febrero y marzo. 20 veces más que este año.
Eso influye también en la evolución que presenta el mercado inmobiliario ciudadrealeño, donde la vivienda de segunda mano es la gran protagonista de las operaciones de compraventa. No se construyen casas nuevas y no se venden. Según recoge el Instituto Nacional de Estadística, en los tres primeros meses del año, por cada vivienda nueva que se compró, cambiaron de mano cuatro de segunda mano. Entre 2008 y 2013 la proporción era una venta de vivienda nueva por una venta de vivienda de segunda mano.
Una preferencia del mercado en la que tiene que ver el precio que se paga. Hasta un 20 por ciento es más barato el metro cuadrado de la vivienda usada que la nueva en la provincia. 720 euros frente a 878.