Luis Palencia, presidente del Viña Albali, analizó la situación actual del equipo, penúltimo en Primera División con 4 puntos tras 9 jornadas, y con nuevo entrenador, Ricardo Íñiguez, que se puso al frente del equipo este lunes.
El máximo mandatario del conjunto vinatero quiso primero dar las gracias a Víctor Beas, técnico del filial y que se hizo cargo de la primera plantilla de forma interina en estas dos semanas que han pasado desde la destitución de David Ramos hasta la llegada de Ricardo Íñiguez, con un balance de un empate y dos derrotas en Liga y la clasificación para los octavos de final de la Copa del Rey.
Que hayan pasado dos semanas desde la destitución de David Ramos hasta la llegada de su sustituto ya indica los problemas que ha tenido la directiva para cerrar el nuevo entrenador, a lo que hay que sumar cuestiones personales del presidente en días complicados para él por el fallecimiento de su padre.
Tras recibir multitud de ofrecimientos, analizar qué perfil se buscaba y la disponibilidad de los candidatos, se optó por Ricardo Íñiguez, que viene de dirigir a la selección de Libia en el Mundial, con la que logró el primer triunfo de su historia en este torneo, llegando a enfrentarse a España, con la que perdió por 0-8.
«Es un técnico que tiene experiencia en clubes y selecciones, es un muy buen comunicador y sabe crear grupo. Esperamos haber acertado, que tenga suerte y que podamos sacar esta situación adelante», aseguró Palencia, que considera que lo primero es levantar el ánimo de la plantilla y para ello será clave el partido de este sábado en la pista del Noia, último clasificado. Nadie en el club quiere ver más allá de este encuentro.
En cuanto a posibles incorporaciones, la idea es que el técnico conozca bien primero la plantilla para detectar las deficiencias que, a su juicio, pueda sufrir y tomar entonces decisiones.
Respecto a la afición, que volvió a mostrar su malestar el pasado domingo tras el empate con el Zaragoza, el presidente del Viña Albali se mostró comprensivo. «Entiendo su malestar, pero ahora hay que entender que eso solamente puede generar más presión a los jugadores. Ahora más que nunca debemos estar unidos porque es cuando más se necesita su apoyo».