En su primer informe de la situación de la sequía, la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) advierte que los embalses de Gasset, Torre de Abrahan y El Vicario siguen en situación de 'emergencia', agravada después de que durante la estación de otoño y lo que se lleva de invierno las precipitaciones no hayan sido suficientes para cambiar este escenario. Ante ello, este organismo contempla una serie de medidas que para los regantes se traducen en reducir sus dotaciones de agua concedidas, ya escasas en los últimos años.
En el último parte sobre la situación de los embalses elaborado por la CHG, Torre de Abraham figura con 13,6 hectómetros cúbicos almacenados, sólo un 7,4 % de su capacidad;Gasset embalsa 13,5 hm3 (al 34,7 %) y El Vicario sigue bajo mínimos, con 1,3 hm3 (3,9 % de su capacidad». En toda la provincia el agua embalsada ha bajado casi dos puntos porcentuales con respecto al mismo periodo del año pasado, con un volumen actual de agua almacenada de 81,6 hm3 (20,5 %).
Por ello, desde la CHG se solicita a sus comunidades de regantes, en este informe de inicio de año, que «aconseje» a sus miembros «cultivos que requieran menos dotaciones», dejando claro que si no se producen aportaciones importantes en los próximos meses «será preciso establecer restricciones» en las dotaciones para riego.
Para estas tres comunidades de regantes este anuncio desde la CHGno sorprende, al ser conscientes de la delicada situación hidrológica en la que se encuentra la provincia. Cesáreo Salcedo, presidente de la Comunidad del Gasset, lo asume con «resignación», lamentando que la dotación concedida ya sólo sirve para la supervivencia de sus cultivos leñosos. «Si no llueve, no hay agua», acepta Salcedo, uno de los 300 comuneros de esta zona de regadío de un millar de hectáreas, para la que en la última Comisión de Desembalse se aprobaba una dotación de 500.000 metros cúbicos de agua.
Por su parte, la Comunidad de Torre de Abraham también se mentaliza a ver recortados sus 11 hectómetros de dotación, que ya en su momento le parecieron «injustos» e insuficientes para atender a sus más de 5.500 hectáreas de regadío, en palabras de su presidenta, María del Mar Rodríguez.
Esta advertencia de posibles restricciones en las dotaciones para riego tampoco ha sorprendido a Narciso Ruiz, presidente de la Comunidad de Regantes de El Vicario, acostumbrada ya desde hace tiempo a 'abrir la manguera' sólo para evitar que los leñosos mueran. «No es una situación para discutir con la Confederación, sino para rezar para que llueva». Los 800 comuneros de la zona ya están habituados a no poder cultivar nada en las 5.000 hectáreas de terreno de regadío, para las que tienen aprobada una dotación de 650.000 m3.
Ante este panorama, los regantes de las tres comunidades miran al cielo deseando que las precipitaciones eviten nuevos recortes en sus concesiones para el nuevo año.