Las 10 subidas de tipos de interés que ha ejecutado el Banco Central Europeo (BCE) en el año en curso han provocado un enorme desajuste en la economía de una buena parte de las familias y de las empresas españolas, que no habían previsto ni planificado este encarecimiento del precio del dinero de una forma tan rápida, lo que les ha obligado a apretarse el cinturón para hacer frente a unas mayores cuotas de sus hipotecas y créditos personales.
El alza del euríbor en este tiempo ha disparado un 200% más que en 2022 el cambio de las condiciones de los préstamos vivienda en España para aliviar la cuota. De hecho, una buena parte de los hogares ha renegociado con sus bancos nuevas condiciones con las que pagar más holgadamente la mensualidad de sus préstamos, así como ha subrogado o traspasado sus hipotecas variables a fijas o mixtas.
Nunca, como este año, había tan caro para las familias hacer frente a unos incrementos tan altos en lo que pagan de hipotecas.
Así, por ejemplo, solo el pasado octubre, las renegociaciones alcanzaron un récord histórico, según publicó recientemente el Banco de España, que destacó que, en lo que llevamos de 2023, el coste del cambió de condiciones financieras ha aumentado un 97% respecto al 2,39% del mismo mes de 2022.
Los economistas justifican este fenómeno en que el tipo de interés viene de tasas negativas y no ha dejado de crecer en los 10 primeros meses del año, marcados por la constante subida del euríbor, que en octubre marcó un 4,16%, el nivel mas alto desde que el BCE cambio su política monetaria y activó el alza de los tipos más rápida y agresiva desde que hay registros.
Ante esta realidad, las familias han necesitado modificar las condiciones de sus hipotecas, ampliando los plazos y cambiando de modalidad. Lo han hecho mayoritariamente desde el tipo variable al fijo y al mixto para poder pagar mejor sus mensualidades.
En este escenario, las hipotecas mixtas, aquellas que combinan un tipo fijo inicial con un segundo variable sobre el euríbor, son ahora las más populares. Los tiempos en los que los créditos vivienda pasaron de intereses variables a fijos ha cambiado y, en la actualidad, son los mixtos los más demandados y suponen ya el 60% del total de estas operaciones que se firman.
Otras soluciones a las que han recurrido muchas personas que no podían pagar sus préstamos vivienda han sido las subrogaciones y, en consecuencia, a cambiar de banco para poder tener una mensualidad más asequible, incrementando el tiempo de la vida del crédito aunque la cifra final a pagar sea mayor de la prevista inicialmente.
Morosidad
El temor de la banca española es que estas dificultades que tienen sus clientes para pagar las hipotecas con el euríbor disparado les suponga un incremento de la morosidad en sus balances. Los expertos relacionan el aumento del precio de las renegociaciones con el miedo a los impagos en un escenario de tipos de interés muy altos.
A pesar de la insistencia del Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de España de que los tipos de interés seguirán altos durante un largo período de tiempo, el número de hipotecas con un interés variable supera los 3,7 millones de un total de cinco millones existentes.
La rápida subida del precio del dinero, y en consecuencia de las cuotas asociadas a las hipotecas, llevó al Gobierno a negociar con la banca el Código de Buenas Prácticas para evitar que las familias con mayor precariedad o en riesgo de vulnerabilidad se beneficiaran de medidas de alivio en sus créditos.
En este sentido, el Banco de España precisó que de las solicitudes registradas para este colectivo, un 40% se rechazaron, un 50% se aprobaron y un 10% están en estudio.
Un fenómeno que está repercutiendo también en el mercado de la compraventa de viviendas tanto de obra nueva como de segunda mano, que acumula en España un descenso de 10 meses mientras, paradójicamente, el precio de los inmuebles lleva 38 trimestres de alzas interanuales seguidas y, en lo que va de año, ha crecido un 5,3%.