En abril de 2014, Florentino Pérez dio un patinazo. «Es un entrenador de niños», dijo sobre Jurgen Klopp. No lo fue en el fondo, porque acertó de pleno… sino en las formas: lo dijo en un tono condescendiente, casi de rechazo, para descartarlo como entrenador del Real Madrid. 10 años después, el alemán ganó «el torneo más importante de mi vida». Eso afirmó tras levantar la Copa de la Liga (bautizada Carabao por su patrocinador) con un equipo tan mermado por las bajas… que tuvo que conquistarla con un Liverpool plagado de jóvenes.
Hay técnicos que son genios gestionando el talento (puede que el Real Madrid tenga al mejor en la actualidad) y preparadores que son genios creándolo. El teutón pertenece sin duda a la segunda categoría, la de esos enamorados del fútbol inocente, sin pervertir, que todavía está por explotar. Klopp moldea al futbolista para integrarlo en un conjunto, en una idea, por eso prefiere a jugadores de mentes vírgenes que aún no tienen adquiridos los vicios de la elite.
- ¿En qué coche viniste?
- En un Mercedes.
- ¿Qué llevas ahí?
- Un Rolex.
- ¿Y cuántos partidos has jugado en el primer equipo?
- Ninguno.
«Al día siguiente -la anécdota entre Klopp y un juvenil del Liverpool en 2017 es relatada por Dejan Lovren-, el chico, no diré su nombre, llegó a Melwood sin reloj y en un coche normal». Hoy son campeones de la Copa e 'hijos' de Jurgen los McConell, Quansah, Bradley, Clark, Scanlon, Elliott o Doak (a la fuerza, porque los 'reds' tienen muchas bajas en todas las líneas), pero en su Dortmund mágico, el último equipo en arrebatarle la Bundesliga al Bayern (dos años seguidos, en 2011 y 2012… con una media de edad en la plantilla inferior a los 25 años) fueron los Hummels, Subotic, Sahin, Schmelzer, Götze, Lewandowski, Gündogan o Reus. Prácticamente todos ellos alrededor de los 20-21 años cuando debutaron en amarillo apadrinados por el técnico que elige a desconocidos para intentar esculpir 'gigantes'.
Perfil bajo
Jugadores entusiastas de perfil bajo, esa fue siempre la fórmula elegida por el coloso de Stuttgart (1,91 metros) porque, para su idea de 'rock and roll' intenso sobre el césped, no quiere virtuosos ni 'primadonnas', sino futbolistas, sean jóvenes o anónimos en la gran elite (Salah, rescatado de la Roma, nunca había marcado más de 20 goles antes de 2017, cuando llega a Liverpool), que busquen la gloria a través de su método: obsesión por el trabajo individual con vídeos (incluso a veces en los descansos de los partidos), fútbol vertical y apasionado.
En todos los partidos de este curso (39) siempre ha habido al menos un canterano sobre el césped (de los 31 miembros de la plantilla, 13 proceden de la academia… frente a los seis del City, el segundo que más del 'big six' de la Premier). En total, esos canteranos han disputado 9.155 minutos, más que sus otros cinco grandes competidores juntos, y en las cinco grandes Ligas europeas solo superan esta cifra Athletic, Valencia y Barça.
Desde que llegó a Anfield en la 15/16, con el objetivo de reestructurar a un equipo que había caído en barrena y buscaba un referente al que encomendar su destino, han sido 25 los 'niños' que han debutado con el primer equipo. Klopp, pasional artesano del fútbol, dejará el Liverpool en junio para descansar. Su legado irá mucho más allá de los títulos (siete de momento, siendo favorito en la Premier y en la Europa League).