El sindicato ANPE, mayoritario en el sector de la enseñanza pública, ha alertado, en su tradicional balance de final de curso, del cierre del CEIP Pío XII de la capital por la cada vez menor demanda de plazas por parte de las familias, tras finalizar el proceso de admisión de alumnado llevado a cabo por parte de la Consejería de Educación. Según el sindicato, el colegio contaba con una media de entre 30 y 40 alumnos y no se han registrado nuevas solicitudes. Un cierre que obligará a estos alumnos a ser recolocados en otros centros cercanos, mientras que los siete docentes allí asignados deberán asistir al acto público del 7-11 de julio para volver a elegir un destino.
Ante esta situación, que se repite en Ciudad Real tras la clausura en los últimos años de otros dos colegios emblemáticos como el Ciudad Jardín y el Juan Alcaide, la presidenta provincial de ANPE, Mónica Sánchez de la Nieta, instaba a la Consejería y al resto de administraciones competentes a aplicar «medidas urgentes» para fomentar la natalidad en la provincia y la llegada de familias desde otros puntos de la región y del país. Porque si esta tendencia se mantiene, «se cerrarán plantillas y estos profesionales pasarán a ser suprimidos», vaticinó.
En su balance del curso que acaba de finalizar, ANPE también denunciaba los retrasos de las obras en los colegios Dulcinea del Toboso y Ángel Andrade, con una duración ya de dos años, así como la construcción del gimnasio del colegio Cruz Prado, «que ya debería estar terminado». También anticipaba el inicio de las obras en el CEIP Virgen del Monte de Bolaños, para lo que se alquilarán nueve aulas prefabricadas.
Mónica Sánchez de la Nieta, durante el balance del curso escolar. - Foto: LTPor otro lado, desde el sindicato se sigue apostando por la implementación de una enfermera escolar, ante el cada vez mayor número de alumnos con problemas de salud, y llamaba la atención sobre la necesidad de diseñar un plan de prevención de conductas autolesivas y suicidas ante el crecimiento de estos casos en los centros en alumnos adolescentes, con un profesorado «que no sabe como actuar ante estas situaciones».
Otra de las reivindicaciones de ANPE es «dignificar la profesión» y erradicar casos como los nueve sucesos con amenazas e insultos a profesores por parte de alumnos o familiares. Al margen de estas circunstancias, ANPE destacaba el acuerdo alcanzado con la Consejería de Educación, firmado el 13 de febrero, con medidas como la bajada de ratio en el primer curso de Infantil a 22 alumnos, que el próximo curso afectará a toda la etapa y el compromiso de ir avanzando en toda la educación obligatoria, la reducción del horario lectivo en una hora, la reposición de los apoyos a Infantil o la posibilidad de cobrar los meses de verano por parte de unos 300 interinos. «No era el acuerdo perfecto, pero sí el inicio de lo que deberá llegar año tras año», resumía Sánchez de la Nieta.
Según datos aportados por ANPE, la enseñanza pública ha contado este curso con 8.200 docentes en la provincia, aunque muchos a tiempo parcial, de los que 40 serán suprimidos o desplazados en la provincia y 199 (121 maestros y 78 de enseñanzas medias) se han jubilado. En este sentido, el sindicato recuerda que el plan de estabilización aprobado «no ha estabilizado personas sino plazas», y solo el 45% de los docentes de la región son vecinos de Castilla-La Mancha.