Néstor Grande es un apasionado del cine de terror. Pasión que compagina con su profesión de diseñador. Con más de 25 años de experiencia en la industria creativa, ha logrado el premio al mejor diseño de la Joya Conmemorativa de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y ha obtenido el premio Píxel de Publicidad por su diseño de publicidad exterior para la película de James Bond Quantum of Solace. Pero sus dotes artísticas le han llevado también a diseñar algunos de los conceptos para una película de Amazon Vídeo y trabajó como escultor 3D en una serie de Netflix. 

Ahora, está embarcado en un nuevo proyecto que verá la luz en los próximos meses y que llevará la marca Made in Tomelloso. Su intención es que todas las personas que participen en el proyecto sean de Tomelloso, su ciudad natal en la que se rodará. «Quiero llevar este género a los límites inimaginables de las personas. Quiero que la gente sienta el miedo. Quiero despertar pesadillas», comenta con satisfacción. Y para eso, ha dedicado todo su esfuerzo y trabajo para que su primer cortometraje, titulado El destripador de Tomelloso, sea todo un éxito. Y va camino de conseguirlo, no solo con la ayuda inestimable de su mujer, que siempre la ha tenido, reconoce, sino también de los patrocinadores como la Escuela Wu-Lang Defensa Personal Educativa y del Ayuntamiento de Tomelloso, que estudia la posibilidad de colaborar en esta iniciativa. Y su apoyo, reconoce Grande, es fundamental para cosechar el triunfo. Pero en el capítulo de agradecimientos tampoco quiere olvidarse de Pilar Villalta y su marido Anselmo Ponce, quienes «desde que comenté la idea me han ayudado mucho», apunta. 

Desde hace un año, se ha empapado de la historia de Tomelloso, en sus raíces y en sus tradiciones para adaptar ese guion para el que contará con «una persona muy especial y profesional del terror conocida a nivel mundial con más de 500.000 ejemplares vendidos» como es Yaiza Méndez. A Tomelloso se le conoce por el vino, el arte y sus cuevas, pero «en estos años se ha quedado un poco estancado», por lo que su objetivo es rodar en Tomelloso y con talentos de la ciudad. Así, las escenas se grabarán en sus viñedos, en sus calles y en sus monumentos. «Tengo perspectivas muy altas con este corto y quiero que se conozca Tomelloso a nivel mundial. La pretensión final del cortometraje es promocionar a su gente, a su cultura y a diferentes sectores como el comercio o la hostelería», sentencia en declaraciones a La Tribuna. 

En el calendario hay una fecha marcada en rojo: septiembre. Será entonces cuando se empiece a rodar. Para ello, ya se ha hecho un llamamiento a través de las redes sociales para un casting de candidatos. «Estamos recibiendo ya muchas propuestas, algunos de profesionales muy conocidos. Estamos muy contentos. La colaboración de las personas de Tomelloso es siempre abrumadora, y a veces da un poco de vértigo». Pero de momento, y hasta esa fecha, se sabe que «un pueblo español, Tomelloso, queda horrorizado por una serie de espantosos asesinatos que rompen la paz». «Va a ser un auténtico thriller psicológico», enfatiza con satisfacción Grande, quien asegura que en los próximos días habrá «muy buenas noticias» en relación con el corto.