Fallece Vicente Utrero a los 83 años

La Tribuna
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Fue inspector jefe de la Policía Nacional en Ciudad Real

Fallece Vicente Utrero a los 83 años

Vicente Utrero, el que fuera inspector jefe de la Policía Nacional en Ciudad Real, ha muerto a los 83 años de edad. 

Fue, como contó hace años en una entrevista a La Tribuna, el primer delegado de prensa de la Comisaría y solía utilizar su buen humor para responder a la llamada de los periodistas con un 'latinajo': Nihil novum sub solem (Nada nuevo bajo el sol). 

El entierro tendrá lugar este miércoles a las 17 horas en la parroquia de San Pablo.

En esa entrevista de 2012 añoraban los viejos tiempos, "como dice la canción, uno tiempos mucho más tranquilos", sobretodo hasta que la droga empezó a hacer acto de presencia, pero eso le pilló en su última etapa como Policía. A partir de ese momento, recordaba, la cosa empeoró. La mejor prueba de que aquellos eran tiempos más tranquilos la busca en sus comienzos en Ciudad Real, en su primer destino en la Inspección de Guardia. «Teníamos que estar de guardia 24 horas, y luego librábamos 48. Entonces había muchos días en los que no se presentaba ninguna denuncia», algo a todas luces impensable hoy.

 Nacido en el seno de una familia agrícola, en Badajoz, su llegada a Ciudad Real tiene nombre propio: Fani, el de su mujer. «Vine por cuestiones sentimentales», dice, aunque el destino también jugó su propia partida en esta historia ya que antes de conocerse cada uno vivía en una punta de España. Él debutaba en el Cuerpo Superior de Policía de Barcelona y ella estaba en el Colegio San José de Ciudad Real preparando sus oposiciones. Era el año 1964. «Conocí a mi mujer merced a un accidente de moto que tuve en Barcelona y que me obligó a tomarme unas vacaciones en mi pueblo mientras me recuperaba. Ella era del pueblo de al lado y acababa de suspender su primera prueba de Magisterio». A partir de aquí, su traslado de Barcelona a Ciudad Real no fue inminente pero sí rápido. «Tras un año y medio haciendo la mili, volví a Barcelona unos meses y después conseguí venirme a Madrid durante un año, desde donde solicite unas plazas de libre elección que me concedieron en Ciudad Real», concretamente como inspector, ya en 1968.