La cooperativa panadera 'Rosa del Azafrán' consolida su proceso de estabilidad económica y parece dejar atrás la crisis provocada por acontecimientos globales como la guerra de Ucrania, sin olvidar la bajada paulatina en el consumo de pan. Tres subidas consecutivas del precio, unidas a otras medidas de ahorro y el inestimable apoyo de los socios han permitido mejorar la cuenta de resultados. "Hemos recuperado oxígeno", ha declarado José Carrascosa, tesorero de la veterana entidad.
La asamblea general celebrada este domingo en la propia panadería dio a conocer el balance económico y el cierre del último ejercicio. No pudo asistir el presidente, Pedro Ignacio Salcedo, convaleciente de una operación, y fue el resto del consejo rector quien explicó todos los detalles a los socios. El tesorero recordó cómo la cooperativa ha sorteado la dificultad. "Se ha aplicado una nueva subida acorde con lo que hicieron el resto de panaderos, pero entregando al socio una bonificación que hemos subido del 5 al 7 por ciento". Eso significa que cada socio tiene esa rebaja diaria en su consumo de pan. "Poquito a poco vamos recuperando aire y la buena senda", subrayó.
La lealtad de los socios es clave. A día de hoy, la cooperativa "Rosa del Azafrán" cuenta con 600 afiliados, la mayor parte de La Solana, aunque también de los municipios vecinos de Membrilla y San Carlos del Valle. "Nuestros socios no han dejado a apoyarnos", reconoce Carrascosa. Pero la sociedad insiste en la conveniencia de tener aún más socios y ha iniciado una campaña de captación mediante anuncios en los medios locales y un cartel en la fachada de la panadería. "A menudo miramos el céntimo en otras cosas y a lo mejor en el pan o los dulces no lo miramos tanto". Cualquier interesado solo tiene que abonar 50 euros como aportación inicial y ya gozará de todos los derechos, incluida su parte como propietario.
Ante los medios también habló el vicepresidente, Ramón Moreno, que justificó las medidas de ahorro adoptadas a fin de proteger un remanente ante posibles eventualidades. "Los vehículos se desgastan y las máquinas se averían, así que necesitamos ese remanente". En cualquier caso, remarca que el mayor valor de la cooperativa son sus panaderos. Admite que no es fácil encontrar profesionales comprometidos por el tema de los horarios de trabajo, aunque hace poco han completado el equipo con una joven panadera que está cuajando. "Ellos son el motor de la cooperativa y esperemos que siga así".