La humildad y la ambición como fórmulas del éxito

Eduardo Gómez
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Los argentinos Óscar Trejo y Emiliano Armenteros, nuevos inversores del Manchego, destacan el potencial de la ciudad para seguir creciendo

Armenteros y Óscar Trejo (en el centro), junto a Matías Di Gregorio (izquierda) y Jon Erice (derecha), escuchando al presidente del club, José Juan Bedoya. - Foto: Tomás Fernández de Moya

Los argentinos Óscar Trejo y Emiliano Armenteros han decidido embarcarse como inversores en el proyecto del Manchego que capitanea José Juan Bedoya. La amistad de Armenteros con el director deportivo mancheguista, Matías Di Gregorio, que se remonta a sus inicios en el fútbol argentino y que volvieron a coincidir hace un lustro en el Inter Ibiza, con el que ascendieron a Tercera RFEF, ha resultado clave. A su vez la gran amistad que une a Armenteros con Óscar Trejo ha terminado de forjar su llegada a Ciudad Real con un proyecto «ilusionante», asegura Trejo, futbolista en activo del Rayo Vallecano. 

«Armenteros es más que un amigo, es un hermano para mí, y conocí después a Matías y al presidente. Vi la evolución del equipo en el tramo final de la temporada, con su ascenso a Segunda RFEF, seguimos hablando y viendo la pasión que hay en la ciudad por el fútbol decidí meternos en esto, que es un nuevo mundo para nosotros».

El jugador argentino llega para aportar, además de dinero, su experiencia y conocimiento en el fútbol. «Estamos buscando gente que se sume al club con un perfil humano muy concreto, que sean buenas personas. Queremos gente que se involucre para que el club crezca en todos los sentidos. Debemos ser ambiciosos, pero con los pies en el suelo». 

Emiliano Armenteros, por su parte, ya estuvo en la última fase de la temporada presenciando en directo algún encuentro del Manchego, terminando así de convencerse de su entrada en el club ciudadrealeño.

«El presidente entusiasma y contagia ver cómo la gente vive el fútbol aquí después de muchos años donde los resultados no han acompañado. Es un desafío y vamos a muerte con el presidente, que ha devuelto  a la ciudad la ilusión por el fútbol», aseguraba el argentino, que trabaja ahora en la dirección deportiva del Rayo Vallecano.

Armenteros avisa que en el fútbol «todo es complicado», por lo que cree que hay que ser «ambiciosos, pero también humildes. Soy muy amigo de Óscar Trejo porque pensamos de formas similares. Venimos de Argentina, de barrios humildes y si no vas de esa manera, no solo en el deporte sino en la vida en general, no se consiguen las cosas».

Por ello, afirma que él y Trejo vienen a sumar al trabajo que realizan el presidente y el director deportivo «para que el club siga creciendo y avanzando. El presidente ve un gran potencial en la ciudad y en el club y nosotros le acompañamos», resumió.