La ley mordaza multiplica por cuatro las multas por drogas

Hilario L. Muñoz
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Desde el año 2015 han crecido exponencialmente las sanciones por portar armas o ataques a la autoridad

El consumo de drogas en vías públicas es uno de los aspectos más sancionados por la ley. - Foto: Rueda Villaverde

El Congreso de los Diputados empezó a debatir este martes la modificación de la Ley de Seguridad Ciudadana, la conocida ley mordaza. Un texto que ha implicado numerosas sanciones por consumo de drogas, sobre todo tras la pandemia, y también un aumento exponencial en armas y ataques a la autoridad.

Desde 2015, cuando entró en vigor la ley, las sanciones por consumo de drogas se han multiplicado por cuatro en la provincia, pasando de 612 y con una cuantía de 124.295 euros a 2.672 y multas por 1,7 millones de euros el año pasado. Los datos del Ministerio de Interior recogen las cifras de sanciones por drogas de cuatro artículos, calificados como sanciones muy graves. El principal, donde están casi todas las multas, es por el consumo o tenencia en zonas públicas; aunque también ha habido alguna multa suelta, una el año pasado, por el traslado de personas para el consumo; otra por la plantación y cultivo; y dos en 2023 por la tolerancia del consumo o el tráfico en espacios públicos. Antes de la pandemia, estas sanciones se situaban en el millar, pero en 2022 y 2023, se han elevado por encima de las 2.000.

Además, se ha producido un incremento de las sanciones por armas, las que más crecen proporcionalmente, al pasar de 38 a 521 y de 22.737 a 312.775 euros de recaudación. En este caso es clave el artículo que prohíbe portar, exhibir o usar armas prohibidas o hacerlo de modo negligente, temerario o intimidatorio cuando son legales. Estas sanciones pasan de 27 a 480. 

Mientras, en cuanto a la Seguridad Ciudadana se han multiplicado por ocho las infracciones: de 105 a 800. En este caso la mitad del aumento se debe a faltas de respeto, que pasan de 24 a 410. Así, las sanciones por causar desórdenes en espacios públicos o desobediencia a los agentes. La primera crece de 36 sanciones en 2015 a 100 el año pasado y de 35 a 176, las segundas.

Estas dos últimas sanciones son las únicas que se podrían ver afectadas en la nueva redacción, ya que uno de los cambios a debate es sancionar las faltas de respeto solo si el multado no se retracta, mientras que la desobediencia será falta leve en el nuevo articulado.