El "excepcional" episodio de polvo procedente del desierto del Sáhara que se comenzó a registrar este lunes por la tarde en varias provincias mediterráneas de la península Ibérica, ha llegado a Ciudad Real, que ameneció cubierta de un manto de calima en un fenómeno que no se producía con esta intensidad desde hacía varias décadas, según explicaba en declaraciones a Efe el presidente de la Asociación de Geógrafos Españoles.

Según la Aemet, esta "intrusión continuará en los próximos días y será significativa", dando lugar a calima, lluvias de barro y un empeoramiento de la calidad del aire.

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La calima consiste en la disminución de la visibilidad por la presencia de partículas secas (en contraposición con la bruma o niebla, compuestas por partículas acuosas). Deja el cielo con tonos ocres. Cuando las lluvias y nevadas arrastran polvo hasta la superficie, se dice que hay una deposición húmeda del polvo. Son las conocidas como «lluvias de barro», explica la Aemet en su cuenta de Twitter, donde indica que lo más significativo de este fenómeno es que empeora la calidad del aire que respiramos. Hoy, de hecho, está previsto que alcance niveles muy desfavorables en varios puntos de la provincia de Ciudad Real e incluso extremadamente desfavorables, en algunas zonas de España.