Ciudad Real se ha convertido en la provincia líder de Castilla-La Mancha en producción de miel, según los datos del Ministerio de Agricultura, referentes a 2022. Lo ha hecho en un año de cifras récord para la miel ciudadrealeña, aunque con matices, y en una situación de caída generalizada de la producción que han provocado que Guadalajara y Albacete, hayan mermado su producción.

En concreto, las cifras señalan que para el récord de producción de miel ha sido necesario, primero, lograr un récord de colmenas. «Algunos jóvenes se incorporan al sector», explicó Javier Jurado, presidente de la asociación provincial de apicultores que engloba, aproximadamente, a la mitad de las colmenas que hay en Ciudad Real, y apuntó que se trata de personas «están probando» en esta ganadería. La provincia se situó el año pasado en las 41.135 colmenas, que implica un 14,6 por ciento más que en 2021, el mayor crecimiento de la década. Mientras, en producción de miel la cifra ha crecido en un 13,3 por ciento, por lo que se ha producido, más que nunca, 432 toneladas de miel durante el año pasado, pero el rendimiento por colmena ha caído. 

Ciudad Real ha sido la única provincia de Castilla-La Mancha que ha aumentado en producción durante 2022. Albacete y Guadalajara, que se han disputado el liderazgo de producción de otros años, han caído un 49 y un 44 por ciento. También ocurre lo mismo con Cuenca, 55 por ciento menos de producción y Toledo, 47 por ciento. Solo catorce provincias españolas han logrado mejores números de producción de miel y Ciudad Real se situó el año pasado en la parte alta de España en este negocio.

Los datos en la región muestran los estragos que está ocurriendo entre los ganaderos por la sequía y por la varroa, un ácaro que afecta a las colmenas y que diezma la población de las abejas. Jurado expuso que se ha producido un incremento de la mortalidad por esta enfermedad, de entre un cinco por ciento hasta un 40 por ciento en algunas colmenas. Este ácaro se adapta a los productos que lo atacan, que, cada vez, se hacen menos efectivos. Igualmente, señaló el peligro de los abejarucos, que hacen que las abejas no salgan de las colmenas y, en épocas de calor, se queden sin alimentarse ni agua, lo que puede llevar también a la muerte. 

En este sentido, Albacete solo ha reducido un dos por ciento sus colmenas y Guadalajara un tres por ciento, mientras que en Toledo han aumentado, por lo que las mermas solo se pueden explicar por esa caída de la población de abejas. 

La caída de las provincias más productivas ha tenido como consecuencia, que Castilla-La Mancha deje el quinto lugar como comunidad productora a Galicia y se quede muy lejos del récord de producción del año 2020, cuando se produjeron 3.113 toneladas, con casi mil toneladas producidas en Albacete. «Si el mercado se desestabiliza, pues igual, ganaderos de aquí se van para otras provincias», indicó Jurado, con un temor nuevo, al que se suman los precios, «muy bajos», pese a esa caída generalizada de la producción. 

Jurado recordó que los productores reclaman mejoras porque es necesario reponer las abejas, por una parte, ante el ácaro, pero también por la necesidad de alimentarlas por la sequía y otras situaciones. «No sabes si vas a cosechar o no» y resulta difícil saber si la inversión que se realiza se acabará recuperando.