Fernando Tercero (Polti Kometa) se encuentra estos días en Malta con sus compañeros de equipo atendiendo diversos compromisos con patrocinadores e instituciones, tras concluir su segunda campaña como profesional.
Una temporada condicionada por un citomegalovirus que le mantuvo en el dique seco desde febrero hasta julio. Cinco meses en los que admite lo pasó francamente mal, de ahí que no se le olvidará ese 14 de julio, cuando pudo volver a ponerse un dorsal en el Giro de los Apeninos, algo que no hacía desde el 4 de febrero en la Vuelta a la Comunidad Valenciana.
«Fueron semanas muy duras y la verdad es que, a veces, te pones en lo peor. Ves que van pasando los meses y no mejoras. Es algo frustrante. Al final te refugias en la familia y en los amigos, intentaba tener la cabeza ocupada e intenté ser positivo. Mis compañeros y mi equipo me ayudaron mucho y me transmitieron mucha tranquilidad», recuerda.
Por eso, ese 14 de julio cuando volvió a competir no se le olvida. «Estaba contento porque lo importante era volver, pero a la vez tocaba sufrir porque después de tanto tiempo sabes que hay que ir poco a poco», analiza.
Precisamente, regresar a la competición es lo que más valora de este año 2024, en el que su mejor resultado fue el cuarto puesto en la clasificación general del Tour de Langkawi, prueba de 8 etapas y donde concluyó décimo en la jornada reina, recobrando así definitivamente las mejores sensaciones.
En total han sido 24 días de competición, con pruebas fundamentalmente en España e Italia.
EL AÑO 2025. Tras esta concentración en Malta, disfrutará de dos o tres semanas de cierta tranquilidad antes de empezar a preparar el año 2025, el tercero como profesional en las filas del Polti-Kometa y donde intentará hacerse un hueco para disputar el Giro de Italia, aunque eso le pilla aún lejos. «Sabía que tenía un año más de contrato y eso te da calma. A ver si en 2025 podemos hacer algo importante», desea. El deporte le ha mostrado este año su lado más cruel y con esa experiencia confía en poder haber madurado y ser mejor ciclista en un futuro.