Un descuadre presupuestario 'controlado' por los remanentes

A. Criado
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Ocho de cada diez municipios liquidaron las cuentas de 2023 con inestabilidad presupuestaria, aprovechando que las reglas fiscales continuaban suspendidas

Un descuadre presupuestario ‘controlado’ por los remanentes - Foto: Rueda Villaverde

Los datos sobre las liquidaciones presupuestarias de 2023, publicados recientemente por el Ministerio de Hacienda, reflejan un empeoramiento 'controlado' de la salud financiera de los ayuntamientos de la provincia respecto al ejercicio anterior. El uso de los remanentes de tesorería, a través de modificaciones de crédito, descuadró las cuentas y generó inestabilidad en la mayoría de los consistorios, que aprovecharon la suspensión de las reglas fiscales que dejaban sin efecto las medidas preventivas y coercitivas que recoge la ley.

Un total de 61 municipios de Ciudad Real, casi el 80% de los 77 que han presentado y firmado la documentación hasta la fecha, cerraron el año con saldos no financieros en negativo, es decir, con ingresos inferiores a los gastos en los capítulos del presupuesto que van del uno al siete, de personal a transferencias de capital. La suma de sus resultados arroja un déficit de 39,36 millones de euros, 30 más que en 2022, cuando apenas se superaban los ocho.

Los ayuntamientos de Manzanares, Ciudad Real y Tomelloso, con un saldo negativo de más de 3,4 millones, estaban al frente de un listado en el que también figuraban otras de las localidades más pobladas de la provincia, como Bolaños, Campo de Criptana, Miguelturra y Argamasilla de Alba, todas por encima del millón de euros de déficit. También superan esta cantidad otros municipios de menor tamaño, como Membrilla y Villar del Pozo.

En la otra cara de la moneda, sólo 16 municipios presentan un saldo no financiero positivo, con un balance global que asciende a 8,06 millones, frente a los 40,77 que sumaban los 48 consistorios que estaban en esta misma situación al cierre del ejercicio 2022. Por lo tanto, el resultado presupuestario global es de -31,30 millones. Está en caída libre desde 2017, cuando se alcanzó un pico de 56,35 millones.

Entre los ayuntamientos con superávit comparecen Puertollano, Villarrubia de los Ojos y La Solana, que presentan los mejores datos. También aprueban esta asignatura Alamillo, Alcázar, Almodóvar, Brazatortas, Cózar, Fuencaliente, Las Labores, Moral, Saceruela, Torre de Juan Abad, Villamanrique, Villanueva de los Infantes y Arenales de San Gregorio.

El concejal de Hacienda de Ciudad Real, Guillermo Arroyo, recuerda que el anterior equipo de Gobierno de PSOE y Ciudadanos «aprobó un 30 de diciembre el presupuesto de 2023 e hizo siete modificaciones de crédito por un importe de 16 millones de euros procedentes del remanente». Aunque luego no se ejecutó el 100%, añade, «figura en la contabilidad y provoca el dato negativo».

Una situación similar a la vivida en Tomelloso. El actual alcalde, Javier Navarro, explica que la tesorería del Ayuntamiento «se redujo en un 50% en un año y medio», en un 26,88% en 2022 (2,72 millones) y en otro tanto el siguiente ejercicio (2,3 millones). «Lo más grave es que en 2023, en solo seis meses, el anterior equipo de Gobierno redujo la tesorería en la misma proporción que en todo 2022», apostilla.

Navarro recuerda que en 2023 no había presupuesto aprobado, sino que era el prorrogado de 2022. «Esa decisión originó descuadres en partidas mal valoradas, habiendo ya descuadres negativos a 17 de junio, por ejemplo, de 800.000 euros en negativo en la partida presupuestaria que soporta el suministro eléctrico». «Mientras que el PSOE hizo incorporaciones de remanente con fines electorales incrementando el gasto, nosotros tuvimos que hacer una en el segundo semestre para poder suplementar las partidas mal presupuestadas», sentencia.