El norte de España concentra casi tres cuartas partes de la remolacha de España. Castilla y León principalmente, pero también La Rioja y Álava, cuentan con la mayor parte de las hectáreas de este cultivo, concretamente unas 34.200 en la campaña que ahora comienza, para abastecer a las plantas de ACOR (en Olmedo, Valladolid) y AB Azucarera (Toro -Zamora- , La Bañeza -León- y Miranda de Ebro -Burgos-). Esta última empresa también cuenta con otra fábrica en Jerez de la Frontera que moltura toda la remolacha de verano, que se siembra en esa zonas de Andalucía y comienza a cosecharse en mayo.
Ambas compañías confirman la recuperación de este cultivo, que había perdido mucha superficie en los últimos años por falta de rentabilidad. Sin embargo, este año se ha mejorado mucho en este aspecto, lo cual, unido a las abundantes lluvias caídas que aseguran dotación suficiente para el riego, ha provocado que se vaya a sembrar entre un 20% y un 30% más que el ejercicio pasado.
Los portavoces de AB Azucarera y de la cooperativa ACOR -las dos únicas empresas que molturan remolacha para producir azúcar en España- han destacado que las previsiones son muy buenas y que el cultivo vive un buen momento porque «las cuentas le salen al agricultor». En cualquier caso, las empresas recuerdan que esta recuperación se produce años después de que la Unión Europea (UE) liberalizara las cuotas de producción azucarera y los precios tocaran fondo -en 2017 y 2018- lo que motivó la crisis y la reducción de siembra.
Momento dulce para la remolachaLa directora agrícola de AB Azucarera, Salomé Santos, señala que la producción del norte vinculada a sus fábricas alcanzará este año 23.000 hectáreas, 5.000 más que el anterior, mientras que en el sur la siembra ha ascendido a 9.100 hectáreas, frente a las 6.700 del año pasado. Por su parte, coordinador del Servicio Agronómico y de Cultivos de ACOR, Javier Narváez, cifra en 11.200 hectáreas la superficie de cultivo que llevará la producción a su planta, frente a las 10.000 hectáreas del año pasado, «aunque siguen contratando».
Teniendo en cuenta estos cálculos, el incremento nacional de superficie ascendería a un 28%, hasta unas 43.300 toneladas -cifra que no se alcanzaba desde 2011-, mientras que si se comparan las estimaciones con la cifra de cultivo de 2023 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (35.600 hectáreas) el incremento de superficie queda en el 22,6 %.
Salomé Santos ha confirmado que en el sur habrá buenas producciones, en torno a 100.000 toneladas, porque ha llovido bastante en el invierno, los pantanos tienen agua y no se prevén restricciones. En el norte, si el rendimiento es normal AB Azucarera podría contratar entre 230.000 y 250.000 toneladas; las lluvias alteran las labores del campo pero también tranquilizan sobre el riego. En total, las fábricas españolas extraen unas 400.000 toneladas de azúcar blanco anualmente, un producto del que España es deficitario.
Momento dulce para la remolacha - Foto: Ingrid FernándezPrecios y geopolítica.
Las empresas azucareras constatan que la principal razón de la expansión remolachera son los precios internacionales que, si bien alcanzaron picos mayores en 2023, aún se mantienen altos. Este mes, en Londres, el azúcar blanco ha cotizado a 570 euros por tonelada y, aunque los precios llegaron en meses anteriores a 830 euros, «no tienen nada que ver» con las cotizaciones que motivaron la crisis -2017 y 2018-, cuando cayeron hasta 320 euros por cada tonelada, según el análisis de ACOR.
La representante de AB Azucarera detalla que es lógico que sean altos y más teniendo en cuenta que el azúcar es una materia prima muy globalizada, que varía bajo la influencia del petróleo y que depende mucho de la situación geopolítica. Por ello, cualquier acontecimiento que pueda alterar la logística, como la situación del mar Rojo, influirá en su precio.
La remolacha también se puede ver beneficiada por el requisito de rotación de cultivos que establece la Política Agraria Común, ya que constituye una buena alternativa para las tierras de regadío que se dedican mayoritariamente a la producción de maíz. A la espera de que la Unión Europea apruebe definitivamente la flexibilización de la PAC que han impulsado las protestas agrícolas, las empresas azucareras defienden las ventajas agronómicas de la rotación e insisten en que más que la política será el precio lo que determine que la remolacha siga recuperándose.
El bagazo como alimento par las vacas lecheras.
Después de molturar la remolacha para sacarle todo su contenido en azúcar queda la pulpa o bagazo, que secado y prensado se convierte en un excelente alimento para las vacas lecheras. Para las explotaciones que están cerca de las plantas azucareras supone una gran opción, ya el producto resultante es altamente apetecible y digestible para los animales, es muy energético y contiene mucha fibra. Además, el alto costo que han alcanzado últimamente el forraje seco o los ensilados convierten a este bagazo en una alternativa muy a tener en cuenta para un sector que anda tremendamente apretado por los costes de producción.