Cerca de 10.000 mujeres en la provincia aparecen ya como 'jefas' de explotaciones agrarias en la provincia, es decir, como persona encargada de la gestión y dirección diaria de la explotación, donde hay más de 8.600 directoras de, sobre todo, fincas pequeñas: la mitad no pasa de las cinco hectáreas de terreno. 

Esos son los datos que ofrece el Instituto Nacional de Estadística en su último censo agrario, con cifras de 2020. Aunque cada vez son más voces de mujeres las que se escuchan en el campo, aún hay más del doble de jefe que de jefas, más de 24.000 en Ciudad Real. Y ellos se quedan con las más grandes. En las de menos de una hectárea, la proporción es de tres jefas por siete jefes. En las de más de 100 son casi una de cada diez. 

Una brecha que también se deja notar en la formación de los jefes de las explotaciones. Según ese Censo agrario, el 90% de las mujeres responsables de esas fincas tienen una experiencia agraria exclusivamente. Entre ellos ese porcentaje baja al 73% entre ellos, donde el 26% tiene algún curso de formación, más del doble que ellas. Incluso entre los que tienen una formación universitaria hay una diferencia. Ellos son más de 500, el 2,2 por ciento del total. Ellas, no llegan a 80, el 0,7% de las jefas de explotación.

Villarrubia de los Ojos es el municipio de la provincia donde más mujeres son las responsables de la gestión y dirección de una explotación. Son casi 500. Socuéllamos, Malagón, Alcázar de San Juan, Daimiel y Valdepeñas son los siguientes municipios que cuentan con más mujeres como responsables del trabajo diario. En todas ellas, más de 300. Aunque en todos esos municipios son menos que los hombres. De hecho, en la provincia, no hay ningún municipio que tenga más jefas que jefes en el campo. Solo en uno hay paridad: Caracuel de Calatrava. Ocho jefes hombres y ocho jefas mujeres. En el lado contrario, Ruidera. De sus nueve fincas solo una la lleva una mujer. Y en Poblete hay tres mujeres frente a 22 hombres. 

Jefas de explotaciones que sí son más jóvenes que los hombres en uno de cada tres municipios de la provincia. En Llanos del Caudillo están las más jóvenes. Tienen una edad media de 53 años y medio. En Caracuel están las más veteranas. Casi 75.