La Semana Santa de 2024 pasará a la historia como la más lluviosa que se recuerda nunca en Ciudad Real. Desde el Lunes Santo, el 25 de marzo, hasta el Domingo de Resurreción, el 31 de marzo, se recogieron, en la capital, 84,6 litros de agua por metro cuadrado. Cayó tanta lluvia en esos días como en los dos meses anteriores. Unas circunstancias meteorológicas que impidieron que los pasos de las hermandades salieran a las calles en prácticamente toda la provincia y que también restó visitantes. Ayer, el INE hizo cuentas de los turistas que llegaron en marzo, mes en el que este año se celebró la Semana Santa. Fueron casi 34.000 las personas que pasaron por los hoteles de la provincia, donde se anotaron 68.000 pernoctaciones. Si se compara con la Semana Santa de 2023, celebrada a inicios de abril, la provincia perdió 8.600 visitantes y restó 5.600 pernoctaciones. Buscando la última Semana Santa de marzo, la de 2018, los hoteles ciudadrealeños tuvieron ahora menos viajeros, pero más pernoctaciones al acabar el mes.
Y eso que hacer turismo en la provincia volvió a ser económico si se compara con otros destinos. Según los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadística, los hoteles ciudadrealeños se situaron como los sextos más baratos de España, con un precio medio por debajo de los 60 euros por noche: 59,36 euros. En la región, solo en Albacete costó menos domir en un hotel en marzo, 57 euros y medio, mientras que en destinos insulares, como Santa Cruz de Tenerife y Gran Canaria, los precios se dispararon hasta llegar a los 150 euros y los 140 euros, respectivamente. Dentro de la Península, en Barcelona se pagó la noche de hotel, de media, a 132 euros; en Madrid, a 125; y en Sevilla, a 124 euros.
A la hora de hacer cuentas, los ingresos por habitación también sitúan a los hosteleros de la provincia entre los que menos ganan de España. Sacan unos 25 euros y medio por habitación disponible. Los que menos son los de Lugo, en marzo ingresaron 17,3 euros por habitación, y los que más, los tinerfeños: 131 euros.
subida de la ocupación. De marzo de 2023 a marzo de 2024, la provincia ha perdido establecimientos hoteleros, tiene menos habitaciones y menos plazas. Eso ayuda a que indicadores como los de la ocupación, este marzo, hayan crecido. Durante los fines de semana se superó el 40%, el más alto para un mes de marzo, con o sin Semana Santa, desde el año 2005, hace casi dos décadas.
La buena notica es que, además, aunque hay menos hoteles abiertos al público, hay más gente trabajando en el sector, casi 600 personas repartidas por la provincia, casi medio centenar más que un año antes.