Los 110 millones de euros que prevé invertir el Ministerio de Transportes en varios tramos de la N-401, 80 de ellos en la provincia, fueron recibidos de forma «agridulce» por los alcaldes populares de los municipios por los que discurre esta carretera y que se beneficiarán de esa actuación. A la celebración de las mejoras que supondrá para la seguridad de sus pueblos, se unía también la decepción por relacionar esas obras con el final del proyecto de construir una autovía desde Ciudad Real a Toledo.
Así lo interpretó ayer el portavoz del equipo de Gobierno de la capital, Guillermo Arroyo, que señaló al Gobierno regional por «olvidarse de inversiones necesarias» como esa autovía. Según Arroyo, el Gobierno de Emiliano García-Page «se ha encargado de descartar una futura autovía Ciudad Real-Toledo, tan reclamada como olvidada», añadiendo que «el Gobierno de España y la Junta rescatan un proyecto para enterrar otro». Arroyo mostró su rechazo al estudio informativo realizado por el Ministerio de Óscar Puente, «un parcheo» dijo que es, y aseveró que «lo único que tenemos es un futuro incierto, que seguro no traerá esta infraestructura tan importante para la ciudad».
Una conexión que, sin embargo, desde el Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de su delegada en la provincia, Blanca Fernández, no dan por perdida. De hecho, advirtió que la administración autonómica seguirá reivindicando la conexión de Ciudad Real con Toledo a través de una autovía, «es algo impepinable», aseveró Fernández, al mismo tiempo que valoró «muy positivamente» el anuncio de inversión que el Ministerio de Transportes pretende realizar en la N-401 a su paso por Ciudad Real.
Para Blanca Fernández es una «magnífica noticia» que el Gobierno de España contemple dentro de ese estudio informativo una partida millonaria en una carretera «muy transitada, con muchísimo tráfico, también pesado, de camiones» y que requiere de actuaciones «de mejora que ojalá se hagan lo antes posible», añadió.
Unas obras que no alejan una autovía que, eso sí, en su trazado actual «es inviable, y no porque lo diga la Junta, es que el Supremo anuló, en 2016, la propuesta del trazado» siguiendo la N-401, por lo que Fernández dijo que hay que seguir trabajando en buscar otras alternativas, desde el consenso, para una autovía «que seguiremos reivindicando», apuntó.
En esta línea, la responsable del Gobierno de Emiliano García-Page en la provincia lamentó «el cinismo sin fin» de las administraciones populares, centradas en el Ayuntamiento de la capital y su portavoz, Guillermo Arroyo, al que afeó sus críticas tras el anuncio del Ministerio que depende de Óscar Puente. «No se entiende que se quejen de que arreglen la carretera», dijo Fernández, a cuya voz se sumó también la de la diputada nacional y portavoz del PSOE en la provincia, Cristina López Zamora, que habló de unas quejas «insólitas» desde el PP «donde se enfadan porque el Gobierno de España invierta en las carreteras de la provincia, en este caso queriendo mejorar la seguridad de la carretera N-401». La socialista tildó de «realmente lamentables» las afirmaciones desde el Ayuntamiento de la capital, al que pidió explicaciones sobre si lo que realmente quieren es «que no haya ninguna actuación sobre la carretera. Están defendiendo que se dejen perder las infraestructuras actuales», concluyó la parlamentaria en el Congreso de los Diputados.
«Desde el PSOE se quiere decir alto y claro que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha no ha renunciado a nada, tampoco a que se favorezca y se beneficie a la provincia de Ciudad Real desde el Gobierno de Pedro Sánchez, por muy mal que le preste a los concejales y diputados del PP», señaló.
Unas variantes para dar más seguridad
Sobre el plan de Transportes para la N-401 se pronunció el alcalde de Miguelturra, Luis Ramón Mohíno. Reclamó fechas y presupuesto para la realización de la megavariante de 53 millones de euros que Óscar Puente quiere hacer para sacar a parte de los camiones y los coches que cruzan la pedanía de Peralvillo. «Es mucho tráfico el que soporta esa carretera que parte por la mitad la aldea», explicó Mohíno, para quien «es importante el proyecto para agilizar la circulación» pero que también, entiende, supone «renunciar» a la autovía. «Si se quiere compensar con la variante y con obras en el resto de pueblos, mejor que se haga eso que nada, pero queda una sensación agridulce». Fuente el Fresno, el otro núcleo urbano que todavía atraviesa la N-401 en la provincia, aparece también en el plan de Transportes con una inversión de 16,4 millones de euros. Su alcaldesa, Teresa García, pidió más detalles de las obras, al mismo tiempo que recordaba que su municipio lleva «años y años» esperando una variante que reclama para mejorar la seguridad, «la carretera pasa al lado de un colegio», «y no sé si lo llegaremos a ver», dijo.