El número de empresas ciudadrealeñas que se acogieron a expedientes de regulación de empleo (ERE) se redujo a más de la mitad en 2023, ya que las 21 firmas contabilizadas están muy por debajo del volumen de 52 que optaron por esta vía el ejercicio anterior. El mercado laboral de la provincia se ha estabilizado y regresa a cifras prepandemia, cuando se registraron un total de 23 ERE, que afectaron a 327 trabajadores: 240 hombres y 87 mujeres.
Según las estadísticas del Ministerio de Trabajo, las regulaciones de empleo en la provincia afectaron a 120 trabajadores en 2023, lo que representa una caída del 63,7% en relación con 2022, en el que 331 trabajadores se vieron inmersos en un ERE, una cifra similar a la contabilizada en 2019 (327). Nada que ver, sin embargo, con el 'socavón' provocado por la crisis sanitaria de la COVID, con 802 empresas acogidas a este tipo de expedientes y 4.082 empleados damnificados.
De los 120 trabajadores afectados 82 fueron hombres y 30 mujeres, el 25% del total, 30 entraron en despidos colectivos (nueve menos que en 2022), 65 en suspensión de contratos (la mitad que el ejercicio anterior), y 25 en reducción de jornada (la fórmula más elegida el pasado año con 161 casos).
Por sectores, la mayoría de los trabajadores afectados por un ERE en 2023 en la provincia se encuadraban en el sector servicios (54), el que más casos registró también un año antes. Le sigue el sector industrial (39), la construcción (17) y el campo (10).
«Estabilidad». Los sindicatos aseguran que este descenso tanto en el número de expedientes de regulación de empleo como de trabajadores afectados está directamente relacionado con el momento de «estabilidad» que vive el mercado laboral en el conjunto del país. «La creación de empleo, la subida de los salarios y el aumento del consumo se están traduciendo en una estabilidad en la producción de las empresas y en el mantenimiento de las plantillas», subraya el secretario provincial de Comisiones Obreras, José Manuel Muñoz. Insiste en que es una fórmula que vienen defendiendo desde hace mucho tiempo y que tiene su reflejo en unas cifras de desempleo históricas, como las registradas el pasado mes de marzo.
Su homóloga de UGT, Alfonsi Álvarez, pone el foco en las medidas «cruciales» aprobadas durante la pandemia: «Con otras diferentes, como las adoptadas en la crisis de 2008, España estaría en una situación crítica. Los ERTE fueron un paraguas muy importante tanto para las empresas como para los trabajadores». La representante sindical destaca la «buena situación» que atraviesa el mercado laboral, aunque advierte que aún quedan asuntos pendientes que mejorar para atajar los problemas de temporalidad y precariedad. «Ya tenemos una sentencia europea que dice que en España es muy barato despedir», apostilla.
Por su parte, el presidente de la Federación Empresarial de Ciudad Real (Fecir), Carlos Marín, explica que España está recuperando lo perdido en la pandemia, aunque «va con retraso en relación con otros países europeos». Asimismo, afea a la ministra de Trabajo las «trabas» que está poniendo a los empresarios a la hora de aferrarse a un expediente de regulación de empleo para solventar una situación de dificultad. «Los ERE han salvado la vida de muchas empresas y han mantenido muchos puestos de trabajo. Con dificultar los ERE no se va a conseguir que no haya despidos, sino que a las empresas no les quede otra solución que entrar en concurso de acreedores, cerrar y que todos se vayan a la calle», sentencia.