Los familiares de los menores acogidos al programa Vacaciones en Paz llevan desde el pasado otoño sin uno de los medios de contacto que tienen con los pequeños saharauis. Se trata del Correo Solidario, un proyecto de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui que, con el apoyo de la Diputación Provincial de Ciudad Real, permite cargar una furgoneta cada tres meses aproximadamente con paquetes que han preparado las familias cuidadrealeñas. El último correo que se envió fue en octubre y la furgoneta estuvo retenida durante semanas en el puerto de Ghazaouet, en Argelia, debido a que no le dejaba pasar la burocracia, ni la argelina ni la de los campamentos saharauis. Desde ese momento y hasta ahora, la asociación lleva buscando rutas alternativas, no han podido enviar el paquete previsto para el mes de diciembre, pero ya han encontrado un segundo puerto desde el que espera pasar, por lo que han iniciado la recogida de enseres de las familias y está cargando la furgoneta para su envío en los próximos días.
Este nuevo envío es una prueba, recordó el presidente de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, Silvestre del Río, quien confía en que salga bien y puedan retomar este Correo Solidario, con su temporalidad prevista. «Nos hemos lanzado a ir porque la gente está reclamando que quiere mandar sus paquetes y vamos un poco a la aventura porque no sabemos lo que nos vamos a encontrar ya que puede salir todo sobre ruedas o que nos tengamos que volver», explicó. Sus declaraciones muestran la situación que existe en los campamentos de refugiados saharauis, con declaraciones del Ministerio de Defensa que hablan de inseguridad en la zona, por ejemplo, y que han obligado a cancelar las prácticas de los estudiantes de la Facultad de Educación en los campamentos de Tinduf.
En estos envíos de las familias a sus hijos de acogida se suelen entregar «unas deportivas, algo de ropa» así como alimentos a los que no hay acceso en los campamentos como «chocolate, queso o miel», además de elementos básicos para los menores como un bolígrafo o juguetes. Se trata de una furgoneta solidaria en la que se abonan unos dos euros por kilo y en la que también participan familias sin necesidad de que entren dentro del programa Vacaciones en Paz. No solo hay personas de la capital implicadas en este viaje ya que la asociación recoge en Alcázar, herencia, Valdepeñas o Puertollano.
«Hemos perdido ya un viaje porque solíamos hacer uno en la Constitución». Si el envío actual de ayuda humanitaria sale bien el siguiente programado será en el mes de junio, expuso Del Río, quien recordó que estas semanas han recibido llamadas desde los campamentos de familias que preguntaban qué había pasado y los motivos por lo que no había llegado este correo desde la provincia.