Dornier será la encargada de gestionar el servicio público de estacionamiento limitado o zona azul de Manzanares durante los próximos ocho años. Durante este tiempo, la empresa adjudicataria abonará al Ayuntamiento un canon de 330.000 euros, un total de 41.250 euros anuales. Según explicó a La Tribuna el concejal de Policía y Tráfico, Manuel José Palacios, el nuevo contrato contempla la posibilidad de dos prórrogas de un año cada una. En enero, el Pleno aprobó el pliego y la modificación de la Ordenanza de Estacionamiento.
El nuevo contrato para la gestión de la zona azul de Manzanares llega con importantes novedades, si bien mantiene las tarifas actuales (un céntimo el minuto con un mínimo de 20 minutos) y la exención para vehículos eléctricos, híbridos y GLP (gas licuado del petróleo). Una de las más importantes es la reducción de plazas, que pasan de 450 a 424, como consecuencia de las obras de peatonalización ejecutadas en el centro de la ciudad. Además, el estacionamiento limitado se suprime durante los meses de julio y agosto en horario de tarde.
«El objetivo de la zona azul es favorecer la rotación de vehículos en el centro, en zonas que son fundamentalmente comerciales», afirma Palacios, que destaca también, como novedad, la supresión de los cuatro sectores en los que estaba dividido el estacionamiento limitado: «Antes, si cambiabas de sector, tenías que sacar un nuevo tique, y en el nuevo contrato se establece un sector único, con el fin de facilitar las cosas a los ciudadanos».
autoconsumo. Dornier, que podría comenzar a gestionar la zona azul a partir del 1 de junio, tendrá que poner a punto la señalización horizontal y vertical e instalar nuevos parquímetros, que contarán con placas solares en el techo, con anclajes antivandálicos. «Funcionarán con la electricidad que ellos mismos generen», resalta. El pago se podrá realizar con una tarjeta de débito o a través de una aplicación móvil, así como la anulación de denuncias. Para este fin, la adjudicataria también habilitará un código QR.
Dornier sustituirá en la gestión de la zona azul a Eysa, que lleva operando en esta localidad ciudadrealeña desde 2014. Su concesión era también de ocho años, pero en 2022, el Ayuntamiento, tras el visto bueno del Pleno, decidió ejecutar una opción de prórroga de dos años contemplada en el contrato. El alcalde, Julián Nieva, explicó que, después de dos años marcados por la pandemia, lo justo era aceptar la solicitud de prórroga por parte de la empresa adjudicataria.
Para el equipo de Gobierno, el servicio ha sido satisfactorio y la zona azul es «positiva», puesto que permite acceder a los comercios y hacer gestiones de forma rápida. «Quien tiene que hacer gestiones prefiere pagar 20 o 30 céntimos a estar media hora buscando un aparcamiento», enfatizó el regidor.