El Ayuntamiento de Socuéllamos ha modificado la ordenanza de vertidos con el objetivo de «establecer mayores medidas de seguimiento  y control de los vertidos realizados por las distintas actividades  que operan en la localidad, de modo que se tome conciencia y que se adopten las soluciones necesarias para evitar vertidos potencialmente contaminantes a la red general de saneamiento». 

La ordenanza, que databa del año 2017, se ha modificado en siete puntos y dos anexos «en beneficio del mantenimiento de la red de saneamiento y para el buen funcionamiento de la depuradora», comenta la portavoz del equipo de Gobierno, Alba López, quien, en declaraciones a La Tribuna, enfatiza que estos cambios «no afectarán al vecino en costes». 

Entre las modificaciones, López señala que se ha actualizado el listado de las empresas «eliminando aquellas que no deberían estar por no tener vertidos potencialmente contaminantes» y se ha definido de un modo más exacto la obligatoriedad de que los industriales, cuya actividad esté recogida en la ordenanza, realicen una arqueta de toma de muestras para un mayor control de vertidos. No son las única modificaciones, también se han incrementado las infracciones, se han definido la clasificación de vertidos «adaptándolo a los usos habituales del municipio» y se aumentan los recargos disuasorios. Además, se «concreta un modelo de solicitud de regularización de vertido» que no existía en la ordenanza anterior.   

La ordenanza, ya modificada, recuerda López, pasó por la comisión de urbanismo y se aprobó por unanimidad en el Pleno de febrero. Se trata de un compromiso cumplido por parte del equipo de Gobierno, que «trabaja para que se cumpla la ley y ofrecer el mejor servicio al vecino». «Tanto el Gobierno municipal como todo el funcionariado y los técnicos trabajamos para beneficiar siempre a Socuéllamos, tanto a los vecinos como a la empresas, con el fin de que la localidad siga creciendo y avanzando», subraya la portavoz municipal.