El viñedo de la provincia, el más extenso del mundo, es ahora algo menos grande debido al arranque de vid que se está registrando, una tendencia que se viene produciendo desde el año 2018 y que se ha acelerado en el último ejercicio. Así lo ponen de relieve los datos de la Estadística anual de superficies y cultivos que elabora el Ministerio de Agricultura y que refleja esa cierta huida del sector.
En concreto, en el año 2018, el viñedo se extendía por 165.617 hectáreas de la provincia, una superficie que ha menguado año tras año, entre 1.200 y 3.000 hectáreas, si bien en el último ejercicio la bajada se ha multiplicado de forma considerable, con 7.861 hectáreas menos en 2024.
Los datos del Ministerio que depende de Luis Planas apuntan a que el viñedo en la provincia ha pasado de estar en 155.473 hectáreas en 2023 a 147.612 del pasado año, en una cifra estadística que todavía no es definitiva, pero que constatan desde el sector.
«En la zona de Valdepeñas se están solicitando arranques bestiales, sin precedentes», afirmó a este diario el portavoz nacional de la Sectorial del Vino de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Alejandro García-Gasco, quien explicó que la situación de los tintos, cuyo precio ha descendido en los últimos meses en favor de los blancos, así como la sequía, las dificultades de acceso al agua y los bajos rendimientos «hacen que los números no salgan».
Por esta razón, aseguró que «la gente se agota», máxime cuando no tiene relevo generacional, lo que ocurre en muchas ocasiones, y de ahí que haya muchos agricultores que «huyen del viñedo y optan por el olivar, el pistacho u otros cultivos».
«Los agricultores tenemos una paciencia enorme, pero ya es un lastre económico de todos estos años». García-Gasco comentó que si bien los datos que se vienen registrando en materia de exportaciones son positivos, y de los que se vanaglorian- dijo- las administraciones, «esos datos no llegan en muchos casos a los vitivinicultores».
Además, informó que se trata de arranques que se están llevando a cabo «sin ayudas» y que los agricultores «están perdiendo los derechos de plantación de viñedo y plantando olivar, almendro o pistacho». El representante de UPA entiende también que en el caso de la zona de Valdepeñas se une la situación que atraviesa la DO, sin Interprofesional desde mayo de 2021 tras la marcha de los productores.
Por este motivo, lanzó una reflexión: «Si la industria se asienta donde hay viticultores, ¿qué pasará si no hay viticultura?». Para García-Gasco «es preocupante» la situación que se está viviendo en el sector y recordó que desde UPA se viene reclamando la creación de una Interprofesional a nivel regional, que permita una mayor planificación y evite este tipo de situaciones de arranque.
El representante de UPA indicó que ya trasladaron esta propuesta a la Junta en la anterior legislatura y que también se la han planteado al actual consejero del área, Julián Martínez Lizán, y, de hecho, está prevista una reunión el próximo día 25 para abordar esta cuestión.
Para García-Gasco, en esa Interprofesional tiene que estar todo el sector, teniendo en cuenta además «la diferenciación que tenemos aquí, ya que contamos con mosto, que es muy importante, y con alcohol de uso de boca», por lo que considera que todos tienen que tener cabida y que el objetivo es garantizar la rentabilidad de este cultivo que, poco a poco, va perdiendo terreno en la agricultura provincial.