Manzanares volvió este fin de semana a los tiempos de su encomienda gracias a una nueva edición, la número once, de sus jornadas histórico-turísticas, que comenzaron el viernes, en el castillo de Pilas Bonas, con el izado de la bandera de la Orden de Calatrava y la procesión de las antorchas, uno de los platos fuertes de estas jornadas y que congregó a numerosas personas que no quisieron perderse ese mágico ambiente que se crea en el casco antiguo únicamente iluminado por la luz de las antorchas.
Las calles se llenaron de vida y color, recordando las épocas gloriosas que forjaron la historia. El mercado medieval ofreció productos artesanos que evocan las tradiciones de antaño, mientras que las actividades recreativas, las representaciones teatrales y la música nos llevó a los habitantes a sumergirse en las leyendas y cuentos que han pasado de generación en generación. No faltaron tampoco los manjares típicos de la época, que hicieron las delicias de todos los paladares.
La música, el teatro y las exposiciones también tuvieron su protagonismo durante todo el fin de semana con eventos como, por ejemplo, los pasacalles, el VIII Certamen Nacional de Pintura Rápida Manzanares y su entorno o la exposición de réplicas de armas medievales, entre otros muchos. Pasacalles, exhibiciones, exposiciones, danzas medievales, talleres y un largo etcétera pensado para todos los públicos.
Ayer, domingo, último día de las Jornadas Medievales, el programa reservaba el acto principal de las X Jornadas Histórico-Turísticas 'Manzanares Medieval': la elección y el nombramiento de los nuevos alcaldes medievales. Una tradición que conecta con la esencia de aquellos tiempos, donde los líderes eran elegidos por su sabiduría y valentía. Fue justo después de la misa medieval y antes de la multitudinaria comida popular que todo el mundo pudo disfrutar de manera gratuita en el Parterre del Río, y a la que siguió el sorteo de lotes de productos bendecidos. Allí estuvo presente el alcalde de la localidad, Julián Nieva, quien agradeció a todas las asociaciones culturales y a los vecinos que, con su esfuerzo, dedicación y entusiasmo, hacen posible esta «extraordinaria programación de actividades».