La Casa de Cultura tendrá sala de estudio y biblioteca

M. Lillo
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Será «un centro cultural que le dé vida a la ciudad y que ponga en valor la figura de Fisac» gracias a las obras de remodelación que están en marcha

Aspecto que presenta ayer la parte exterior debido a las obras - Foto: Rueda Villaverde

La antigua Casa de Cultura del Prado volverá a sus orígenes. Lo hará tanto en cuanto a su reforma, pensada para eliminar los añadidos que se fueron poniendo con el paso de los años y volver al diseño de Miguel Fisac, como en cuanto al uso que se le dará, ya que será «un centro cultural que le dé vida a la ciudad y que ponga en valor la figura de Fisac».

El edificio, que actualmente está inmerso en el ajetreo de las obras, contará con «una gran sala de estudio», ya que se trata de una petición ciudadana, según avanzó a este diario el Ayuntamiento. Universitarios u opositores, sobre todo, han echado en falta un espacio de estas características, máxime por su ubicación privilegiada en el centro, por lo que el alcalde desea atender esta petición. Además, albergará «una pequeña biblioteca», reforzando así esa apuesta por el conocimiento y el estudio. 

Será «un centro cultural abierto a la sociedad y a los colectivos que tienen una participación en la vida cultural de la ciudad», detalló el Consistorio, dando a conocer así el contenido que tendrá el inmueble tras su reforma, ya que hasta ahora solo se conocía que su uso iba a estar ligado al ámbito cultural.

Por lo que respecta a la obra, en marcha desde hace unas semanas,  se abordarán cuestiones como la accesibilidad. En este sentido, la concejala de Urbanismo, Yolanda Torres, recordó que se eliminará la rampa que se puso junto a la fachada, que no estaba en el proyecto original de Fisac y, además, reduce la luz de las ventanas de la parte de abajo del inmueble. Por ello, el acceso se llevará a cabo desde el portón de al lado, por el que se accedía a la antigua biblioteca infantil, del mismo modo que se recuperará la escalera de caracol con la que contaba. 

También se adaptará el edificio a la normativa actual en aspectos como la ventilación o los aseos, pero además se retirarán otros elementos añadidos en las reformas de 1979, 1987 y 1998 y se repararán los daños que ha sufrido desde su cierre en 2010, entre otras actuaciones.