El Global Teacher Prize, el conocido como el premio Nobel de la educación, le consideró como uno de los 50 mejores maestros del mundo, pero leer eso para César Bona le provoca sarpullidos. Natural de Ainzón, un pueblo de Zaragoza, viajará hoy a Torralba de Calatrava para participar en el encuentro literario 'La escuela en el pueblo', organizado por la Asociación Amigos del Patio. Su presencia ha creado tal expectación que la organización se ha visto obligada a cambiar la ubicación por exceso de asistentes hasta la Casa de Cultura, donde a partir de las 19.30 horas, hablará de educación junto con Sergio Manchado y Ana María Murcia, compañeros de profesión.
Licenciado en Filología Inglesa y diplomado en Magisterio en Lengua Extranjera por la Universidad de Zaragoza, Bona lleva «muchos años viajando y aprendiendo con la suerte de poder compartirlo después. Me siento afortunado de poder escuchar a muchas personas», señala en declaraciones a La Tribuna. Y es eso, la escucha, junto con la empatía, el respeto a las diferencias, la participación de niños y adolescentes en la sociedad y la educación para la convivencia, los pilares que defiende en sus ponencias.
Considera esencial el compromiso social y con la naturaleza como parte de la educación integral del ser humano. «La vida tiene matices, y uno aprende a que su opinión no es la única válida y que hay muchas perspectivas, algo muy importante en este mundo en el que parece que cuando alguien opina diferente a ti va contra ti, y eso hay que revisarlo desde la educación», argumenta al tiempo en que declara que «todo empieza desde la educación». Llega a Torralba de Calatrava «para hablar de la vida, la educación y lo que sucede dentro de un instituto», por lo que se muestra seguro de que «saldrán cosas muy interesantes». Entre ellas, «la importancia de la educación en los pueblos y de dar énfasis a la escuela como alma del pueblo». En este sentido, lamenta que «si una escuela cierra es muy difícil abrirla después, pues para ello se necesita un número mínimo de niños, y obviamente las familias con hijos en edad escolar no se instalan en un pueblo sin escuela». «Al igual que atraer empleo es muy importante para la zona rural, también lo es mantener la escuela», argumenta y resalta la «importancia de la educación no solo como transmisión de elementos, sino también como el conjunto de herramientas que facilitan el desarrollo integral del ser humano».
Para él, un maestro es quien «te inspira en la vida, y eso es tremendamente bonito». Una persona, continúa diciendo, que «te anima a seguir adelante, te escucha con atención, cuenta con tu opinión y te respeta». Y esas son algunas de las características que, según él, debe tener un profesor «que quiera educar a personas íntegras y respetuosas».
Bona estuvo nominado en el año 2015 al Premio Global a la Enseñanza (Global Teacher Prize), un premio anual internacional otorgado por la Fundación Varkey a un educador innovador y comprometido que haya tenido un impacto inspirador en su alumnado y en su comunidad. Su pasión por la enseñanza le ha llevado a escribir seis libros, el último titulado Educación sostenible, en el que aborda la educación como pieza clave para cuestiones tan actuales como la sostenibilidad o el cambio climático. Seis libros «complementarios» entre ellos y a los que se suman también otros dedicados a los más pequeños como es, por ejemplo, la adaptación del Quijote.