El Balonmano Caserío afronta este fin de semana un largo desplazamiento para medirse este domingo al Lanzarote (13 hora peninsular. Pabellón Municipal de Titerroy. Arbitraje de Da Silva Barbadaes y García Álvarez). Los amarillos, después de cosecha su primera derrota de la temporada como local frente al UBU San Pablo Burgos, quieren retornar cuanto antes a la senda del triunfo, por eso, afrontan este choque con la máxima motivación.
El Lanzarote está entrenado por Samuel Trives, uno de los míticos del Balonmano Ciudad Real y es un recién ascendido a la categoría. En sus filas cuenta también con el portero ciudadrealeño Javi de la Cruz, que tras superar un cáncer retomó su carrera deportiva en Lanzarote, logrando ese ascenso a Plata la pasada campaña. También tiene en sus filas a Martxel Agorreta, pivote que militó en el Balonmano Alarcos, pero que está lesionado de gravedad.
Actualmente, los insulares son penúltimos en la tabla con 6 puntos y es en su pista donde se están mostrando especialmente fuertes, ganando al Triana, Amenabar y Antequera.
El equipo que entrena Santi Urdiales es consciente de las dificultades que se va a encontrar en Lanzarote, pero también sabe que si desea estar en la zona alta de una categoría tan exigente como esta debe sacar adelante este tipo de encuentros.
"Son un equipo muy competitivo y viniendo de una derrota y todo lo que implica el viaje será un partido complicado. Tenemos que recuperar sensaciones", analizó Santi Urdiales, que no podrá contar con Toni Alegre y Víctor Morales. "La derrota con Burgos nos debe servir para aprender. Estamos cuartos tras el primer tercio, pero hay que seguir trabajando para estar más cerca de los equipos de arriba. Queda muchísima Liga y hasta ahora hay que estar muy contentos, pero si queremos mantenernos ahí debemos trabajar más todavía".
Sobre el Lanzarote de Samuel Trives, tuvo palabras de elogio y recordó que a ambos les une una gran amistad, "pero cuando entras en la pista todo se olvida".