Ha sido una mera anécdota para la desgracia que pudo llegar a ser, pero a esos niños no se les olvidará nunca lo vivido. Ni alos profesores. Más propio de una escena de una película de terror que de una jornada lectiva en un colegio de Educación Infantil y Primaria.
Los hechos ocurrieron el pasado lunes, sobre las 10:30 horas de la mañana, cuando los alumnos y docentes del CEIP La Fuente de la localidad toledana de Nambroca recibieron la visita inesperada de dos pitbull, perros considerados como potencialmente peligrosos. Los mismos no portaban correa ni bozal y, según relatan fuentes afectadas por estos hechos, los animales se escaparon de una finca cercana y accedieron al centro educativo por una puerta trasera que estaba abierta y que comunicaba con el comedor.
Según ha podido saber La Tribuna, este acceso estaba abierto porque al ser lunes el colegio recibía los suministros de los proveedores alimenticios. De ahí que los perros accedieran directamente al comedor y en su camino partieran hacia el pasillo de las aulas de Educación Infantil, ya dentro del centro. El destino les llevó a parar al interior de la clase donde se encontraban decenas de niños de 4 años de edad junto a una única profesora a su cargo.
La presencia de los perros en este aula duró aproximadamente 60 segundos, pero parecían interminables, según los testimonios recopilados.
La profesora implicada en ese preciso momento rápidamente trató de proteger a los niños de la clase subiendo a los que pudo encima de las mesas y pidiendo al resto que lo hiciera por su propio pie, además de separar a los pitbull de los niños con su cuerpo con tal de protegerlos de posibles daños. Varios de los pequeños acabaron con rasguños provocados por los dos perros, tales como arañazos en el vientre, en los brazos y en la espalda. Por suerte, «los perros no iban con la intención de atacar, sino de jugar», relatan, solo que de sobra es sabido que las características físicas y la fuerza de estos perros pueden ocasionar importantes daños al contactar con niños tan pequeños.
Como consecuencia de los gritos que se desarrollaron en este minuto, un monitor y una segunda persona intervinieron en el aula para sacar a los perros de allí hasta llevarlos a la calle, con tan mala fortuna que a la salida se encontraron con los alumnos de cuarto de primaria que volvían de su clase de Educación Física.
Algunos padres de estos niños narran que aquí fue donde se vivieron los mayores momentos de tensión, porque los alumnos al ver la situación entraron en pánico generando que los propios perros fueran detrás de ellos e, incluso, se encaraman ante varios de los estudiantes. «Los gritos y el pánico de los niños hicieron que los perros empezaran a comportarse de una manera más nerviosa», apuntan.
Fue ahí cuando se produjo el episodio más grave. Una niña recibió «un colmillazo» en el rostro que la llevó al hospital. Sin registrar heridas de gravedad, la pequeña recibió dos puntos de sutura y un gran susto. Finalmente, los profesores consiguieron encerrar a los animales en el pabellón escolar hasta la llegada de la Guardia Civil.
Tanto los padres de la alumna que resultó herida como el CEIP La Fuente y diversos profesores han denunciado los hechos ante la Benemérita. La dirección anima a que más padres hagan lo mismo.
Gracias a que los perros llevaban el chip pertinente pudieron localizar el mismo lunes a sus dueños. Una pesadilla que bien pudo acabar en drama y que afortunadamente -si es que se puede decir así- todo ha quedado en un susto.