La salida y entrada de la Hermandad del Santísimo Cristo Ultrajado y Coronación de Espinas es «uno de los momentos más emotivos». Las dimensiones del misterio y del palio, escoltados por la Policía Nacional, obliga a que tenga que hacerse de rodillas. Es una de las principales curiosidades de la hermandad, la única que cuenta con cuadrilla de costaleras, y que este año celebra su XXV aniversario. En homenaje a esa efeméride, las mujeres han regalado a la reina de la Merced una toca de sobremanto y broche repujado y cincelado a mano en metal plaetado y dorado con perlas y pedrería. Era el principal estreno de este año, comenta su hermana mayor y presidenta de la Asociación de Cofradías, Yolanda Gómez, quien señala además que la hermandad porta en cada uno de los pasos un crespón negro en recuerdo a una de las hermanas fundadoras fallecidas este año. 

Más de cuatro horas de recorrido en el que no han faltado los aplausos, los vítores y las saetas. Pero tampoco los acordes musicales, en esta ocasión la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Piedad de Miguelturra acompaña al misterio, mientras la Asociación Musical Mozart, de Aldea del Rey lo hace con el palio protagonizando a la salida otro de los momemtos más emotivos al tocar la salve rociera. En ese momento, el bullicio ha dejado pasó al silencio. 

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La Hermandad del Santísimo Cristo Ultrajado y Coronado de Espinas Santa María del Perdón, más popularmente conocida como la Hermandad de la Coronación, fue constituida en el año 1992 por un grupo de catequistas de Nuestra Parroquia Santa María del Prado, aunque no fue hasta septiembre de 1993 cuando se aprobaron los primeros estatutos. En la actualidad cuenta con unos 300 hermanos, quienes a pocos minutos de iniciarse la procesión miraban con incertidumbre al cielo ante la probabilidad de lluvia. Pero finalmente el tiempo ha dado una tregua, pues «se prevía algo de precipitación entre las 20.30 y 22.30 horas, pero no es seguro. En todo casi sería muy poco, y a esa hora nos pillaría cerca de casa" como así declaró Gómez. El alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares y el presidente de la Diputación, Miguel Ángel Valverde, entre las autoridades que acompañaron a la hermandad.