Los naturalistas estudian la mutación de la viborera

EFE
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Esta planta, que pertenece a la familia de las boragináceas, suele crecer generalmente en los bordes de los caminos y de las carreteras, pero también en amplios campos que se tiñen de llamativas tonalidades de azul y violeta

Los naturalistas estudian la mutación de la viborera - Foto: Beldad (EFE)

La fasciación, también llamada cristación o cretación, un fenómeno que se da en el reino vegetal y en el que los individuos afectados adquieren raras formas, está siendo un fenómeno más frecuente de observar de lo habitual esta primavera entre las plantas de viborera (Echium vulgare), un hecho que está despertando gran interés entre los naturalistas y los amantes de la botánica.

Esta planta, que pertenece a la familia de las boragináceas, suele crecer generalmente en los bordes de los caminos y de las carreteras, pero también en amplios campos que se tiñen de llamativas tonalidades de azul y violeta.

El geógrafo y naturalista Francisco Zamora Soria ha explicado a EFE que el extraño fenómeno de la fasciación, que provoca alteraciones que cambian el fenotipo de la planta, mutaciones que pueden afectar a todas las partes de la misma y que suelen tener como consecuencia un crecimiento desproporcionado y anómalo, se ha hecho más frecuente esta primavera.

Ello ha coincidido con la gran eclosión que ha tenido esta planta debido a las buenas condiciones climatológicas que se han producido y que han favorecido su reproducción y crecimiento.

La viborera, ha recordado, es una flor nativa de Europa y puede encontrarse en multitud de zonas, desde el nivel del mar hasta las montaña, cuyo ciclo de vida dura dos años.

Durante el primero, brota una roseta de hojas elípticas de pelos rígidos y, en el segundo, surgen del centro de la roseta, tallos que pueden alcanzar más de un metro de alto y están cubiertos de pequeñas hojas.

Las flores de las viboreras crecen en ramilletes a lo largo de su tallo, que hacen recordar a la forma de una víbora enroscada.

El geógrafo ha afirmado que hasta el momento se desconocen las causas que pueden generar estas curiosas deformidades, si bien ha indicado que algunos estudios señalan que esta mutuación podría deberse a ciertas células, infecciones bacterianas, ataques de insectos, parásitos o daños químicos.

En el caso de las viboreras, se presenta con un tallo inusualmente ancho y con excesiva acumulación de flores, causada generalmente por bacterias.

Este año, ha sido especialmente favorable para este fenómeno y pueden verse con cierta facilidad en la provincia de Ciudad Real.

Francisco Zamora ha explicado que hace unos días, en Retuerta del Bullaque, Gerardo García Martín, documentó un caso de fasciación de una viborera de grandes dimensiones que llegó a alcanzar los 83 centímetros en la parte superior de la planta.

Y ha recordado que a este fenómeno, conocido desde hace siglos, se le daban interpretaciones y nombres vernáculos muy curiosos.

Durante esta primavera de 2024, en algunos pueblos de la provincia de Ciudad Real el fenómeno ha tenido gran una incidencia con ejemplares tan grandes como el indicado con anterioridad pero, además, con un número que nunca antes se habían citado.

Así, el geógrafo ha señalado que se han documentado en Piedrabuena, Alcolea de Calatrava, Picón, Porzuna, Fontanarejo, Alcoba de los Montes, Retuerta del Bullaque y, casi con seguridad, ha advertido, se podrían encontrar viboreras con un tallo aplanado y muy ancho y, en la mayoría de los casos, más altas de lo normal en muchos otras localizaciones.

Además, ha añadido que se está observando una "extraordinaria proliferación" de viboreras en algunos municipios del cuadrante noroccidental de la provincia de Ciudad Real, donde "es posible contemplar cientos de hectáreas de un color violeta que se aprecia a varios kilómetros de distancia".