Las luces del Museo Municipal de Valdepeñas se apagan unos instantes. Sólo quedan iluminados los cuadros que se van a comentar. El objetivo, «evitar la contaminación lumínica porque a día de hoy estamos acostumbrados a consumir imágenes, pero no a detenernos en ninguna de ellas, es decir, miramos sin ver y porque tendemos a diluirnos por el entorno». Son las palabras de Gloria Cerceda, guía del Museo Municipal de la localidad donde hasta finales de septiembre se puede ver la exposición de Manuel Prior bajo el título '70 años de pintura, Manuel Prior'. Hasta ayer, han pasado por la muestra casi 1.500 personas.
Dividida en dos partes, la muestra es «un recorrido por toda la obra de Prior» en la que se podrá contemplar cómo ha ido evolucionando su pintura, que «ha pasado de un realismo social a una nueva figuración. Un expresionismo donde se verán las influencias de diversos pintores y distintas tendencias». En la primera sala, Cerceda explica quién es el artista, dónde nace, cuál es su entorno, los estudios que tiene y las dificultades por las que ha pasado, pues «van a ser esos avatares personales lo que se van a reflejar también en su obra», añade.
En una segunda sala, el visitante se pondrá en la mente del artista de una forma «más inmersiva», donde «no solo se utiliza la vista sino también el oído y el olfato». Así, en la obra Solana del Pino, el visitante escuchará un microrrelato escrito por José Agustín Blanco, una inmersión sonora, añade, que va acompañada del ofalto a través de la presencia de hierbas como romero, hierbabuena, hierbaluisa y tomillo con el fin de «generar ese ambiente o esa idea de campo de zona natural que es la que podría haber hecho Prior». «Intento que, a través de los sentidos, el visitante sea capaz de meterse en la mente del artista». Así, en los cuadrados titulados Sanfermines se escucha el sonido de unos encierros, mientras en las obras tituladas Cascada y Fuente suena una el sonido de una cascada. Está todo a oscuras y el visitante, con los ojos cerrados, «se abstrae e interioriza el sonido para ponerse en esa mente y ser capaz de pintar lo que está imaginando en su cerebro».
Manuel Prior: 70 años de pintura «Tenemos que pensar que el expresionismo lo que hace es expresar lo que el artista siente. Prior no pinta de lo que ve, sino de lo que ha retenido en su cabeza, en su memoria. De ahí su frase de no pinto lo que veo, sino que veo lo que pinto». «Hay veces que es capaz de pintar lo que tiene en su cabeza, y otras veces no lo consigue. Y lo borra, lo aparta y lo vuelve a hacer. Todo lo que él pinta es lo que está en su cabeza y en su retina», añade.
Durante el recorrido, se podrá contemplar un retrato de la madre de Prior. Es la obra más antigua del artista y que pintó con los primeros óleos a la edad de 15 años. Junto a ella, otras muchas, siendo los Sanfermines uno de sus últimos trabajos, pues los pintó en 2022, cuando tenía 89 años. Sin duda, un viaje por la trayectoria y vida del artista de Puertollano.
Una de las curiosidades que más llama la atención al que visita la muestra es, según Cerceda, que se trata de un pintor «autodidacta, que no ha ido a aprender a ninguna academia y que todo lo que todo lo que ha aprendido ha sido por sí mismo y analizando a los grandes pintores como Velázquez, El Greco, Zurbarán, Murillo y Goya. Los cinco magníficos como él dice, pues asegura que pintar se aprende pintando, pintando, pintando y pintando».
Manuel Prior: 70 años de pintura «Él dice que acomete la obra sin un estudio previo, es decir, empieza a manchar el cuadro, mete pintura, manchas de color y rayas. El cuadro le va pidiendo y él le va dando. Dice que pinta su obra, pero no la pinta para gustar. Sabe que incluso es posible que no guste. No le importa. Ni siquiera le importa si le gusta o no lo que hace, simplemente sabe que necesita expresarlo o expresarse de esta manera», argumenta Cerceda, quien recuerda que los inicios de Prior fueron con «una pintura figurativa, un realismo social, que poco a poco fue derivando hacia una nueva figuración y posteriormente al expresionismo». Viajará por Europa, irá a Francia, a Austria, a Alemania y allí conocerá a los expresionistas. «Quizás sean estos los que, una vez que los conoce, él se da cuenta de que eso es lo que él quiere. Él es expresionista, con lo cual será su inspiración para seguir pintando dentro de esta tendencia o de esta forma, de este estilo», argumenta.
Manuel Prior, a lo largo de su vida, ha estado viendo otros mundos y a otros pintores. Y al final, ha conseguido tener su propia firma, que es la firma de Prior, y que se podrá ver en este mes en el Museo Municipal de Valdepeñas, donde la única modificación que ha sufrido es las