«Toda la tecnología es nuestra, de Valdepeñas»

Ana Pobes
-

El centro tecnológico de Grupo Oesía, en Valdepeñas, ha sido fundamental en el desarrollo del satélite de comunicaciones español SpainSat NG diseñando la electrónica clave de sus antenas activas, esenciales para la misión

Raúl Martínez, director de producción de Tecnobit- Grupo Oesía.

El Centro Tecnológico de Tecnobit-Grupo Oesía en Valdepeñas ha jugado un papel fundamental en el desarrollo y puesta en órbita del satélite SpainSat NG I, que se lanzó a finales de enero con éxito. Raúl Martínez, director de producción de Tecnobit-Grupo Oesía, señala que ha sido un trabajo complejo de casi cuatro años en el que han participado aproximadamente un 15% de los profesionales altamente cualificados del centro tecnológico de Valdepeñas, en distintas fases del proyecto: desde el diseño hasta la producción y la fase de pruebas. 

¿Qué importancia tiene para Tecnobit participar en un hito de la industria aeroespacial española?

En el Grupo Oesía llevamos 50 años impulsando la innovación. Participar en un hito como el lanzamiento del SpainSat NG I es una recompensa a nuestro alto compromiso con el desarrollo tecnológico. Tenga en cuenta que estamos hablando de participar en los satélites de comunicaciones seguras más avanzados de Europa y a la altura de los que se construyen en Estados Unidos. Es importante entender la relevancia de este hito para la industria española y por supuesto para Tecnobit-Grupo Oesía, que ofrece comunicaciones seguras a varios ministerios y organismos españoles, pero también a instituciones oficiales de Estados Unidos y otros países en el marco de la OTAN.

¿Cómo se ha vivido este hito desde el Grupo, y especialmente en Valdepeñas?

Con emoción y orgullo. El lanzamiento del SpainSAT NG I es un hito tanto para el sector tecnológico como para España. Como empresa tecnológica española, llevamos la innovación en nuestro ADN y somos impulsores y fieles defensores de la tecnología Marca España, por lo que hemos seguido este evento con enorme interés. Este proyecto se desarrolló en unas condiciones muy desfavorables para la cadena de suministro, que se vio impactada por la pandemia y por la Guerra de Ucrania, a pesar de las dificultades, fuimos capaces de sacarlo adelante. Además, haber formado parte del proyecto nos ha permitido vivirlo no solo desde la perspectiva tecnológica, sino también desde la emoción de saber que parte de nuestro trabajo está ahí, en el espacio. De hecho, tuvimos el privilegio de ser invitados por Hisdesat al Centro de Control y Mando de Satélites de Hoyo de Manzanares, así que algunos compañeros siguieron el lanzamiento en directo desde allí. 

¿Demuestra esto que empresas nacionales pueden tener también una presencia destacada en la industria espacial?

Absolutamente. El trabajo realizado por la industria espacial española en el proyecto SpainSat NG es un ejemplo de nuestras capacidades y una evidencia de los buenos resultados que se obtienen cuando se trabaja colaborativamente. La participación de la industria nacional en estos satélites ha sido muy elevada, en comparación con proyectos similares. 

Han fabricado la electrónica de las antenas activas. ¿Cuánto tiempo se ha estado trabajando en el proyecto y cuánta gente ha habido detrás de esta fabricación?

Ha sido un trabajo complejo de casi cuatro años, porque toda la tecnología es nuestra, hemos diseñado, fabricado y testeado, todo ello cumpliendo con los más altos estándares de calidad. Han participado aproximadamente un 15% de los profesionales altamente cualificados de nuestro centro tecnológico, en distintas fases del proyecto: desde el diseño hasta la producción y la fase de pruebas.

Una particularidad importante es que se ha diseñado, fabricado y probado en Valdepeñas. ¿Se han hecho muchos diseños y pruebas? 

Un gran desafío para este proyecto ha sido asegurar que se cumpliera con absoluta precisión con los estándares establecidos, sin ningún margen de desvío. Dada la complejidad del proceso de fabricación de las tarjetas electrónicas, para adecuarse a las altas exigencias, Tecnobit-Grupo Oesía diseñó un equipo específico EGSE (Electronic Ground Support Equipment, por sus siglas en inglés), capaz de detectar e identificar cualquier anomalía, incluso de muy bajo nivel, durante la calificación y proceso de pruebas en producción.

¿Cuál ha sido el mayor de los retos en su elaboración? ¿Quizás, el reto de diseñar?

Precisamente adaptarnos a esos estándares de calidad tan exigentes. Hay que tener en cuenta que la electrónica que hemos suministrado debe tener una vida útil de 15 años en órbita geoestacionaria. Esto requiere que esté preparada para soportar condiciones adversas, como son las del espacio: radiación cósmica y solar extrema, la variación drástica de temperaturas extremas, la condición de vacío y la escasez de fuentes de energía disponibles, que obliga a garantizar la autonomía y la eficiencia energética. Estos factores hacen que el diseño y la construcción de equipos electrónicos para el espacio sean especialmente desafiantes. 

Tecnobit lleva cincuenta años trabajando en este sector. ¿Dónde radica el secreto para mantenerse?

Nuestro compromiso y apuesta por la hiperespecialización, la innovación y el desarrollo tecnológico. Todo esto nos capacita para afrontar con éxito los retos de una industria tan exigente como la aeroespacial y, sin duda, el programa SpainSat NG marca un punto de inflexión en la posición de España dentro del sector, y en Grupo Oesía estamos decididos a seguir desempeñando un papel clave en su evolución. Estamos preparados para seguir desarrollando tecnologías disruptivas que refuercen la soberanía tecnológica, no solo en el ámbito espacial, sino también en aeronáutica, naval, defensa terrestre y ciberespacio.