Los colegios de Enfermería de Castilla-La Mancha han destacado que la pandemia de la covid-19 nos ha enseñado que «esto puede pasar, y pasa», y debemos asumir «que va a pasar, y que la diferencia va a estar en el sufrimiento en el camino» por lo que «tenemos que estar preparados» para actuar.
Así se ha expresado la presidenta del Consejo de Colegios de Enfermería de la región, Concha Piqueras, que en una entrevista con la Agencia EFE ha subrayado que entre las principales lecciones que ha dejado la pandemia está que «no hay una salud individual, sino que, para bien o para mal, estamos unidos».
En este sentido, ha apuntado que episodios como la dana del pasado mes de octubre «nos han vuelto a explicar, por si no lo teníamos claro, que el planeta está vivo, y que depende mucho de nosotros la relación que tengamos con esta que es la casa de todos».
Un lustro después de la pandemia de la covid-19, ha aseverado que las autoridades sanitarias «deben saber que esto va a pasar; que pasará, que será de una manera de emergencia o de otra» y que por ello «tenemos necesidad de planificar los medios que vamos a necesitar».
Piqueras ha desgranado algunas medidas imprescindibles para abordar una situación similar, como la necesidad de contar con planes de contingencia en los centros hospitalarios y sanitarios para que el proceso de toma de decisiones se haga de forma «fluida».
Una maquinaria bien engrasada. Asimismo, ha incidido en la importancia de disponer de equipos de protección de los trabajadores, «aunque luego no los tengamos que utilizar», y también de realizar acciones de reciclaje, al igual que se hace con otras disciplinas como la reanimación cardiopulmonar, para no olvidar lo aprendido y para tener «los programas y herramientas aceitados, preparados para la acción».
Pero no sólo los profesionales, sino toda la sociedad debe tener presentes algunas cosas básicas «como la importancia de lavarse las manos, que si alguien tiene un proceso catarral contagioso debe ser generoso y utilizar mascarilla…», entre otros.
La presidenta de los colegios de Enfermería cree que en algunos momentos faltó «previsión» para contar con los medios adecuados para afrontar la crisis de la pandemia y ha argumentado que se debe recapitular «qué hemos aprendido y qué deberíamos tener presente, y no olvidar» después de la pandemia.
Sí ha admitido que «sería injusto no reconocer que se han mejorado las plantillas en la mayoría de los centros, de todos los profesionales, no sólo las enfermeras» y ha agregado «queda camino por recorrer, pero algo se ha mejorado».
Incertidumbre, dolor y angustia. Piqueras ha recordado la «incertidumbre, el dolor y la angustia» de los primeros compases de la pandemia, unas fechas «muy duras y muy complejas para todos» en las que los profesionales de enfermería se debatían entre enfrentarse al virus «con escasos recursos y con un desconocimiento muy grande de cuál era la causa» y la posibilidad de «ser portadoras de enfermedad en sus casas, para sus hijos o sus padres».
Ha rememorado, en concreto, que la última semana del mes de marzo de 2020 «fue tremenda por el número de personas que necesitaban ya cuidados de alto nivel, por no hablar de la incidencia tan tremenda que hubo en los colectivos de personas mayores que vivían en residencias y que no tenían un dispositivo de asistencia que pudiera responder a algo que tampoco conocíamos».
Un enemigo desconocido al que el colectivo de enfermería se enfrentó «dejándose la piel, el corazón e incluso las mañas por cómo se ingeniaron para poner en marcha cadenas de provisión y poder confeccionar con plásticos cuando no había batas».
Falta de reconocimiento. Por todo ello, ha confesado que se percibe un «cierto descontento» en el colectivo ya que cinco años después «no hemos recibido los reconocimientos ni en la forma ni en el momento que esperábamos, y eso ha generado una huella en la profesión».
«Pensábamos que algunas barreras se abrirían un poco más fácilmente, y que no pasarían los años y volveríamos a hablar de qué nos falta», ha lamentado Piqueras, quien ha reivindicado para los profesionales de enfermería más facilidades para incorporar la docencia o la investigación a sus jornadas laborales.