Toda la temporada en un partido. Así se puede resumir la trascendencia del encuentro entre Real Avilés Industrial y Manchego que se disputa este domingo en el estadio Román Suárez Puerta de la ciudad asturiana (18 horas. Arbitraje del guipuzcoano Rezola Etxeberria).
Tras el 0-0 de la ida, un partido soso y de escasas oportunidades donde ambos conjuntos priorizaron no cometer errores, ambos entrenadores cifraron las opciones de permanencia en un 50%, lo que da idea del dramatismo de este partido. El ganador seguirá la próxima temporada en Segunda RFEF y el perdedor descenderá a Tercera RFEF. Así de simple. En el caso de empate, el encuentro irá a la prórroga, pues los goles obtenidos fuera no tienen valor doble en caso de igualada, y si persisten las tablas al término del tiempo suplementario, todo se decidiría en una tanda de penaltis.
El Manchego recupera a Martín Ross, una vez cumplida su sanción. Ahora bien, no parece probable que haya muchos cambios respecto al once inicial que 'Pato' Graff dispuso en la ida. El Real Avilés, por su parte, tendrá el factor campo a su favor, pues se espera un lleno total con más de 5.000 personas las que acudan al estadio. Eso sí, en las gradas también habrá cerca de un centenar de mancheguistas, en un partido histórico y en vísperas de la festividad local de la Virgen de Alarcos.
Los asturianos han acumulado sesiones de entrenamiento a las órdenes de su nuevo técnico para esta promoción, Javier Rozada, y todo hace indicar que plantearán un esquema más ofensivo que en la ida. El Manchego, por su parte, espera encontrar entonces los huecos de los que no dispuso en el primer partido. Un juego de estrategias donde lo que parece evidente es que ninguno de los dos va a arriesgar en exceso.
El factor psicológico también puede ser importante, aunque en ese sentido el 0-0 de la ida parece haberlo equilibrado todo. El Manchego únicamente ha perdido un partido de los últimos 15 disputados y fuera no cae desde el 28 de enero, cuando perdió por 3-0 ante el Estepona. Disputar esta promoción por la permanencia fue una bola extra que nadie en el club quiere desaprovechar. Un contexto muy diferente al del Real Avilés, con un equipo confeccionado para ascender a la Primera RFEF, que ni siquiera llegó a disputar el play off de ascenso ni clasificarse para la Copa del Rey, para terminar jugando, de forma totalmente inesperada para ellos, esta promoción por la permanencia. En definitiva, un conjunto hecho para objetivos más ambiciosos y que habrá que ver cómo asimila tener que ganar para salvarse.
En el recuerdo del Real Avilés está también lo sucedido hace un año, cuando en la eliminatoria para ascender a Primera RFEF cedieron en su estadio por 0-2 ante el filial del Granada cuando incluso les servía el empate.
La expedición mancheguista se ha desplazado hasta Avilés este mediodía, y tanto el alcalde de la ciudad, Francisco Cañizares, como el concejal de Deports, Paul Beltrán, han querido despedir a la plantilla, deseándoles suerte en este trascendental encuentro.