El edificio del antiguo Gran Casino de Ciudad Real es uno de los más singulares de Ciudad Real. Es una construcción de estilo clasicista que fue concebida para acoger un centro de esparcimiento, ocio y cultura. El edificio, proyectado por el arquitecto Sebastián Rebollar, se construyó sobre el solar que ocupaba la estancia del corregidor Fermín Diez Carnero.
Rebollar dotó a la edificación de tres fachadas que daban a las actuales calles Caballeros, Pasaje Pérez Molina y paseo del Prado. El edificio del Gran Casino fue inaugurado el 7 de junio de 1877 y, en un principio, la edificación solamente constaba de dos plantas, el sótano y la planta baja o principal. Posteriormente, en 1907, se encargó una reforma al arquitecto Telmo Sánchez, que levantó una planta más en la parte de la fachada que daba a la calle Caballeros, colindando con el Palacio episcopal.
El edificio, dado su destino como centro cultural y de ocio, constaba de numerosas dependencias, tales como un gran patio central, salón de baile, sala de tertulias, biblioteca, restaurante, guardarropa, sala de juntas, salas de juegos y una gran terraza que daba a los jardines del Prado. Toda la edificación se organiza y distribuye en torno a un gran patio central que en su origen estaba descubierto, careciendo, por tanto, de cualquier tipo de techumbre. La estructura del patio central estaba constituida por una serie de pilares o columnas de fundición, que además de tener como objetivo principal la sustentación de cubiertas, también cumplían la función de bajantes para canalizar las aguas procedentes de las lluvias.
La lámpara del Gran Casino de Ángel Andrade - Foto: Rueda VillaverdeEn 1913 se llevó a cabo una importante reforma en el patio central, proyectada también por el arquitecto Telmo Sánchez, mediante la cual el patio fue cubierto con una montera o techumbre acristalada y sus columnas de hierro de forja fueron revestidas. A partir de este momento, el patio central pasó de ser distribuidor para convertirse en uno de los espacios más emblemáticos del edificio.
En los primeros años del siglo XX el interiorismo y los elementos decorativos adquirían una gran importancia en toda edificación, aportando un importante valor añadido. En este sentido, y con el fin de enriquecer la ornamentación del Gran Casino, fue encargado al laureado pintor ciudadrealeño, Ángel Andrade, la realización de diversos trabajos para completar la ornamentación de los espacios más relevantes.
Entre los elementos decorativos que contiene el patio central, el más representativo es la monumental lámpara que preside el espacio. Se trata de una lámpara de grandes dimensiones que cuelga del centro de la montera acristalada, con una estructura circular realizada en latón, en la que van incorporados diferentes focos, alternándose con orlas de rosas y elementos vegetales. Aunque la opinión general es que el diseño de esta lámpara corresponde a Andrade, también es cierto que no está fehacientemente acreditado que sea así y existen otras opiniones, aunque minoritarias.
Actualmente, el edificio del Gran Casino, es propiedad del ayuntamiento de Ciudad Real, que lo ha convertido en un centro cultural que acoge a diversas instituciones de la ciudad.