El riesgo extremo se cierra con 1.100 hectáreas quemadas

A. C.
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El Infocam se muestra «relativamente satisfecho» con el desarrollo de una campaña de incendios que presenta cifras «por debajo de la media de la última década»

El riesgo extremo se cierra con 1.100 hectáreas quemadas - Foto: EFE

Con la entrada de septiembre, Ciudad Real da por superada la época del año con un riesgo extremo de incendios forestales. En lo que llevamos de año, los profesionales del Infocam han tenido que intervenir en casi la mitad de siniestros que en 2022, aunque la superficie afectada se ha multiplicado por seis, debido al gran incendio declarado en Argamasilla de Calatrava a finales de julio, que arrasó cerca de 700 hectáreas.

En concreto, desde el 1 de enero hasta el pasado 31 de agosto, las llamas afectaron a 1.105,64 hectáreas en la provincia (849,9 de masa forestal), frente a las 172 del año anterior, la campaña con menor incidencia de la última década. Y eso que los servicios contra incendios sólo tuvieron que intervenir en 41 siniestros, 53 menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior. En 2022 fueron 195 y más de 5.100 las hectáreas calcinadas. 

De los 41 fuegos registrados en la provincia en lo que llevamos de año, el 68,2% son conatos, es decir, con menos de una hectárea de superficie afectada. Además, según los datos que ofrece la Consejería de Desarrollo Sostenible en la página web del Infocam, se han producido 11 incendios y un gran incendio forestal, el declarado en el término municipal de Argamasilla de Calatrava. El fuego, detectado a las 15.47 horas del 24 de julio, fue extinguido de forma oficial casi 48 horas después, a las siete de la mañana del día 26, y se llevó por delante un total de 688 hectáreas de matorral.

En declaraciones a La Tribuna, Juan Pedro García, director del Centro Operativo Provincial del Infocam, asegura que «el buen hacer de los medios de extinción y el trabajo preventivo realizado en invierno evitaron que la superficie afectada fuera desproporcionada». «La prevención es una herramienta más para la extinción», enfatiza. El segundo incendio más dañino se produjo en la capital unas semanas antes, el 14 de julio. Las llamas afectaron a una superficie total de 113,06 hectáreas.

García afirma que, hasta la fecha, están «relativamente satisfechos» con el desarrollo de la campaña, aunque hace hincapié en que no hay que bajar la guardia: «Estamos mirando el mes de septiembre, el último con nivel alto de peligro, con cierto optimismo, ya que nos encontramos por debajo de la media del último decenio». Y eso que «el año no pintaba bien» por la situación del campo con las lluvias caídas en primavera. Recuerda, en este sentido, que la siembra es «un vehículo conductor de las igniciones a la zona de monte», y que «hay una gran cantidad de emergencias por incendios de origen agrícola». En 2023, un año estadísticamente «anómalo», ocurrió justo lo contrario: no creció el pasto por la sequía prolongada de primavera y además llovió en junio, dejando una humedad grande en el monte.

Con un presupuesto de 22,5 millones, 76 medios aéreos y terrestres y más de 600 profesionales luchan contra el fuego este 2024 en Ciudad Real. Una provincia, subraya Juan Pedro García, que lleva sin declarar el nivel 2 de alerta en un incendio forestal desde 2012, cuando el fuego declarado en el término municipal de Navas de Estena afectó a unas 600 hectáreas de terreno forestal de gran riqueza del Parque Nacional de Cabañeros.