La crisis de la vivienda, por las personas Sin Hogar

Hilario L. Muñoz
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Cáritas celebra en la plaza de la Constitución el Día de las personas sin hogar. Uno de sus usuarios, explica que sueña con la jubilación, le faltan unos años, porque sin ella ve difícil lograr un alquiler en la situación actual que hay en España

La crisis de la la vivienda, por las personas Sin Hogar

En plena efervescencia social por la vivienda, con los pisos turísticos, la subida del alquiler o las protestas en las grandes ciudades, este año el Día de las Personas Sin Hogar, que se celebra el próximo domingo, cobra una especial relevancia. El alquiler, y el posterior empadronamiento, es la llave que abre el camino de una persona a las ayudas sociales. Sin estar inscritos en un registro municipal no hay tarjeta sanitaria, no hay ingreso mínimo vital ni muchas veces empleo. A la vez, sin empleo y desde la calle, cada vez cuesta más llegar a un alquiler, más si se tiene en cuenta que para lograrlo es necesario contar con al menos dos meses, el que está en curso y la fianza, y estas son personas que viven al día. 

Alberto es uno de los usuarios que se encuentra en el programa de Cáritas de la Casa de Abraham. Se trata del proceso, que es como Cáritas llama a ese cambio social que necesitan quienes han estado en la calle, bien como transeúntes, personas que van de ciudad a ciudad buscando el día a día, o bien por haber llegado tras un bache económico. Antes de normalizar su vida, de encontrar un nuevo hogar, necesitan un tiempo en el que la primera preocupación de la mañana no sea donde pasar la noche. 

Alberto explica que llegó a la calle tras un despido. Llevaba 28 años trabajando en su puesto de trabajo, pero la empresa cerró y acabó en paro. Logró una buena indemnización, en juicio, pero "su mala cabeza", relata él, le llevó a gastarse el dinero, primero y a verse dos años después sin opción de pagar el alquiler y en la calle. "Te crees que te va a durar el dinero y cuando te das cuenta, ya no está".

La crisis de la la vivienda, por las personas Sin HogarLa crisis de la la vivienda, por las personas Sin Hogar - Foto: Tomás Fernández de Moya

Primero pidió ayudas a Cáritas, pasó tres meses en la calle, por primera vez en su vida, y luego entró en la Casa de Abraham, en el proceso. "Ahora mismo mi vida va cambiando bastante porque hay muchas ayudas, para temas de médicos, por ejemplo, o para papeleos". Como ejemplo señala que ha logrado pedir el subsidio por desempleo de mayores, 480 euros, insuficiente aún para lograr un alquiler en estos tiempos.

"La vivienda es que está muy difícil porque la gente no se atreve a alquilar", explica. De hecho señala que él lleva más de un año en proceso, "tenía que haber salido" de Casa de Abraham, pero es imposible hacerlo con el precio del alquiler actual y sus condiciones. De hecho lleva años solicitando una vivienda en alquiler social a la Junta, "en cualquiera de las cinco provincias", pero su puesto en la lista no cambia. "Se alquilan a familias, mujeres... los que estamos como yo, que no tengo a nadie al cargo, no me cogen". A sus 61 años, con cuarenta años y pico cotizados, está a punto de jubilarse, el punto de inflexión en que su vida podría volver a ser plena. "Yo he tocado en mi pueblo, en Alcázar, me he recorrido 40.000 sitios, y nadie se quieren pillar los dedos. Voy a las inmobiliarias, y no entro, porque los propietarios prefieren poner dos meses de fianza, más luego el alquiler", indica. Tampoco se ve compartiendo piso a su edad. 

Con esta situación, recuerda que en España se habla de "empatía", pero "la sociedad no es empática para nada" con las personas Sin Hogar. Además, recuerda que se hablan de que "van a hacer 400.000 viviendas", pero siempre "para gente joven".

La crisis de la la vivienda, por las personas Sin HogarLa crisis de la la vivienda, por las personas Sin Hogar - Foto: Tomás Fernández de Moya

El Camino de Santiago

La campaña de las personas Sin Hogar de Cáritas de este año reflexiona sobre el Camino de Santiago, siendo este un hombre de 52 años, que acaba sin vivienda. "Hablamos de la mochila, de los fracasos, de las tristezas, de las alegrías, de las inquietudes, de las piedras del camino, de las dificultades, porque a esta situación se llega porque hay desempleo, porque se rompen las relaciones sociales y familiares, porque hay problemas de salud física, mental o de adicciones y desde Cáritas intentamos abrazarlo, abarcarlo y recuperarlo". Esta campaña "da la oportunidad de hacer visible ante la sociedad una realidad que la tenemos muy cotidiana y muy cercana", explicó el coordinador del programa de Sinhogarismo de Cáritas en la provincia, Francis Alhambra. "Desde Cáritas apoyamos, con puntos de información en todas las parroquias de la Diócesis, también tenemos dos centros, uno aquí en Ciudad Real, Jericó, que es un centro de urgencia, y un centro en Daimiel, que es un centro residencial para ya hacer todo el proceso de recuperación y de reinserción social de la persona, Casa de Abraham". El tercer centro de atención, en Alcázar de San Juan cerró, por falta de financiación. 

En cifras, en 2023, Cáritas atendió 1.014 personas, 150 en los puntos de información, y 864 en los centros residenciales. Alhambra explicó que hay un planteamiento al alza, desde 2011 "casi un 24% a nivel nacional" y a nivel diocesano, "también más o menos viene a ser un poco más o menos ese porcentaje". Además, es clave que hay un aumento de las mujeres sin hogar, suponen el 12% del total, pero es "una realidad que se va haciendo visible y se va incrementando en los últimos años, con unas connotaciones de mayor inseguridad y de mayor vulnerabilidad".

La crisis de la la vivienda, por las personas Sin Hogar
La crisis de la la vivienda, por las personas Sin Hogar - Foto: Tomás Fernández de Moya