Los trabajos de la primera fase de la segunda ronda sur de Ciudad Real, una infraestructura clave para canalizar el tráfico exterior de la capital, afrontan su recta final. El plazo de ejecución expiraba en febrero, pero la empresa adjudicataria, según apuntaron a este diario fuentes municipales, solicitó una prórroga hasta el 20 de abril. Si todo transcurre según lo previsto, el tramo que conecta la rotonda del helicóptero y la calle Diego de Mazariegos estará habilitado para la circulación aproximadamente en dos meses, una vez que el Ayuntamiento recepcione las obras.
El nuevo tramo de ronda, que discurre por la calle Fernando Alonso de Coca, cuenta con una inversión superior a tres millones de euros y comprende unos 900 metros lineales, en los que se habilitarán dos tramos de circulación en cada sentido, además de un carril de servicio y un carril bici. Su puesta en funcionamiento supondrá una importante mejora tanto para el acceso al Hospital General Universitario de Ciudad Real como para los vecinos de la zona. Se espera una media de 400 vehículos al día.
Este primer tramo es sólo la punta del iceberg de una actuación urbanística que tiene todavía mucho recorrido por delante. Hay que recordar que el trazado definitivo tiene que conectar las carreteras CM-45 (Autovía del IV Centenario) y CM-4111 con la N-430, por lo que, al menos, habrá que ejecutar una o dos fases más. Dependerá, sobre todo, de la disponibilidad presupuestaria.
La urbanización de la segunda ronda sur continuará por la calle Fernando Alonso de Coca hasta la carretera de Puertollano. Este tramo contempla intersecciones con las calles Alvar Gómez de Ciudad Real, Alonso Céspedes Guzmán y Alonso de Estrada antes de sortear la vía verde en dirección a la N-420a. La conexión de esta vía con la N-430, la carretera que une las provincias de Ciudad Real y Badajoz, pondrá el punto y final al proyecto.